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El avance de la enfermedad del lince pone en jaque la cría en cautividad

Los expertos sospechan de alteraciones en la comida, las vacunas o las vitaminas

El programa de cría en cautividad del amenazado lince ibérico atraviesa su peor momento desde que en 2005 empezó a dar resultados con el nacimiento de los primeros cachorros en las instalaciones de Doñana. La enfermedad renal crónica afecta ya a casi el 40% de los 70 ejemplares que están dentro de este programa repartidos en los cuatro centros de cría existentes: El Acebuche (Doñana), La Olivilla (Jaén), Silves (Portugal) y, en menor número, en el Zoobotánico de Jerez (Cádiz).

Con cuatro linces muertos, diez en fase terminal y otra decena más afectados, esta repentina dolencia puede comerse en pocos meses los avances logrados durante la última temporada de reproducción, la de 2009. El año pasado nacieron 18 cachorros dentro del programa de cautividad, el récord de este plan, que desde 2005 ha registrado 50 nacimientos.

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El equipo de expertos que está investigando esta enfermedad renal espera tener en breve alguna conclusión sobre lo que ha ocurrido. El origen de la dolencia tiene fecha: algo pasó durante 2009, cuando se empezaron a detectar los primeros problemas. Pero todavía se busca el desencadenante. Y las sospechas, según fuentes del programa Life, se centran en mayor medida en la intervención humana y no tanto en un origen vírico o genético, casi descartados. Según estas mismas fuentes, los linces podrían haber caído enfermos por algún problema con los conejos de granja que se les da como alimento. Por eso, desde finales de 2009, se ha solicitado a los suministradores que extremen las precauciones, por ejemplo, con los antibióticos que se le da a los conejos.

El problema también podría radicar en los suplementos vitamínicos que se le ha dado a los linces o en las vacunas, ya sea por el cambio en la empresa suministradora o porque hubiera "alguna partida en mal estado". También podría tratarse de "un conjunto de causas", señalan desde el programa Life. Desde que se empezaron a detectar en noviembre los primeros síntomas -los animales se mostraban apáticos, sin ganas de comer ni de moverse- los responsables del programa de cría en cautividad redujeron los tratamientos. Además, se intentó "manejarlos lo menos posible" para evitar aplicar anestesia a los animales.

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Hasta el momento, se han realizado análisis en 45 de los 70 ejemplares del programa de cría en cautividad.

Respecto a las consecuencias que pueda tener esta dolencia en el programa de cautividad, los responsables del Life no quieren caer en el alarmismo. Recuerdan que el programa iba con unos dos años de adelanto respecto al número de ejemplares que se esperaba tener dentro del plan de cría. Además, confían en que la temporada de reproducción se cierre con el nacimiento de entre ocho y diez cachorros más.

El programa de cría en cautividad es una de las patas de la estrategia de conservación del lince. Y nació con el objetivo de obtener ejemplares para introducirlos en la naturaleza. Según aseguró el martes Astrid Vargas, responsable del programa ex situ, de momento, las previsiones para este año no se han alterado y a finales de 2010 se soltarán los primeros ejemplares nacidos fuera de la naturaleza.

Además del programa de cría en cautividad, el Life se centra en la conservación en la naturaleza (in situ). Y, entre los 220 ejemplares que viven repartidos ahora entre las poblaciones de Doñana y Sierra Morena, no se han registrado casos de esta enfermedad renal crónica, por lo que no han saltado las alarmas. Según señalan desde este programa, "en los análisis realizados en las capturas de los tres últimos años no se han detectado niveles altos de creatinina", que es el indicador de que algo no funciona bien en los riñones del animal.

La hembra de lince <b><i>Saliega,</b></i> con dos de sus cachorros en el centro de cría de Doñana.
La hembra de lince Saliega, con dos de sus cachorros en el centro de cría de Doñana.

Unos 300 ejemplares

- El programa de cría en cautividad cuenta con unos 70 ejemplares y se prevé que una decena mueran por la enfermedad renal crónica.

Estos 70 animales están repartidos por los centros de Doñana, Jaén, Jerez y Silves (Portugal). Se trata de 35 machos y otras tantas hembras. Casi la mitad ha nacido ya dentro del programa de cautividad.

- La enfermedad renal también parece que está afectando a la reproducción en cautividad, ya que ha habido menos cópulas este año. De momen to, han nacido dos cachorros y se prevén unos ocho o diez nacimientos en total.

- Respecto al programa in situ, alrededor de 165 ejemplares de lince viven en Sierra Morena, entre Córdoba y Jaén,. Además, otros 52 viven en la zona de Doñana.

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