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Reportaje:

Un cielo de aves protegidas y cabinas

El teleférico proyectado en Sierra Nevada afectaría a numerosas especies del Parque Nacional, según los ecologistas

Javier Martín-Arroyo

El controvertido proyecto del teleférico que uniría Granada con Sierra Nevada presenta unas trabas ecológicas muy difíciles de sortear. La sensible y exclusiva fauna y flora del entorno que atravesaría el trazado del telecabina se verían afectados sin remedio, alertan las organizaciones ecologistas. "El teleférico atraviesa todos los territorios del quebrantahuesos y las aves rapaces más importantes como el águila real y perdicera, protegidas por el Libro Rojo que España está obligada a cumplir según las directivas europeas", recuerda Jorge Garzón, delegado de la Sociedad Española de Ornitología en Andalucía.

El problema sobre el terreno nacería antes de que el teleférico echara a andar. "Son necesarias pequeñas canteras para las pilonas. Algunas tendrían hasta 80 metros y para su cimentación deben pasar camiones y para que estos puedan acceder a través del valle debe hacerse caminos donde ahora no los hay", critica Miguel Romero, portavoz de Ecologistas en Acción y miembro del Servicio de Interpretación del Parque Natural.

"El valle de Monachil quedaría inutilizado para el quebrantahuesos"

La riqueza y el valor ecológico de Sierra Nevada son indiscutibles. El mayor de los Parques Nacionales (86.208 hectáreas) posee hasta 78 especies endémicas (únicas) de flora y 300 de animales invertebrados. El macizo ha acumulado durante la última década todas las protecciones ambientales estipuladas por la legislación estatal y europea. Todo indica a que la Junta no se arriesgará a perder ninguna de estas valiosas protecciones, como la reserva de la biosfera de la Unesco. "Ministerio y Junta sólo están cumpliendo su papel. Hemos dado una confianza a las autoridades para que velen por el medio ambiente y unos valores de desarrollo sostenible en los que creemos", matiza Garzón.

Las aves son la especie que se vería más afectada debido al cableado. "El valle de Monachil quedaría inutilizado para el quebrantahuesos porque la zona caliza es su preferida y el teleférico la parte justo en dos mitades", denuncia Sergio Couto, de la Fundación Gypaetus para la conservación de las aves. "El peligro de colisión con los cables es muy alto porque en estos valles húmedos la niebla es muy frecuente. En torno a los 2.000 metros, el 75% de las precipitaciones son sólidas: granizo y la nieve", añade Couto, que ha dirigido un proyecto para reimplantar el quebrantahuesos.

El espinoso y largo trazado previsto de 19 kilómetros no sólo se toparía con una fauna y flora sensible. En uno de sus tramos más bajos según establece el proyecto, las cabinas pasarían a sólo 15 metros de un yacimiento arqueológico en el Cerro de la Encina. "La ley de patrimonio histórico se opone a esa cercanía que podría afectar al yacimiento", critica Rafael Navarro, de la plataforma SOS Teleférico.

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El aumento de la riqueza de la población debido a la protección del parque, establecida recientemente por la Sociedad de Estudios Económicos de Andalucía, también es un argumento de peso. La Carta Europea de Turismo Sostenible debe renovarse en 2009 y como norma, las grandes infraestructuras no son bienvenidas. Además, los ecologistas no se creen que los esquiadores y trabajadores vayan a utilizar el teleférico a diario: "Cuatro trabajadores compartimos cada día un coche y nos sale a dos euros... ¿quién pagará 27?", pregunta Romero. "Lorca decía que Sierra Nevada era el retablo de Granada. Pues menudo arañazo le haríamos sólo con la contaminación visual", ironiza.

La Junta sugiere su rechazo

Un rechazo al teleférico leído entre líneas. La consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, sugirió ayer que la declaración de impacto ambiental informará en contra del proyecto: "El informe de Parques Nacionales y el Comité de la Reserva de la Biosfera avalan la posición de la Junta y formarán parte del expediente". El dictamen emitido por la dirección de Parques Nacionales es tajante en su negativa. Coves insistió en que coincide con el Gobierno: "Sería un riesgo innecesario hacer una declaración de impacto en sentido contrario al informe, ya que podríamos perder la catalogación de Reserva de la Biosfera".

El promotor de la idea, Juan Antonio López, pidió a la consejera una pronta respuesta: "Que lo diga claramente, que no deje entrever nada y que no me haga perder el tiempo. No tiene lógica que tenga a 14 personas modificando el proyecto si ya tienen tomada su decisión", afirmó el constructor, que ya ha invertido 1,2 millones. López se mostró sorprendido ante el demoledor informe dado a conocer ayer. "El día que empezamos con esta película nos avisaron de que no tocáramos el Parque Nacional y así lo hicimos. No lo entiendo".

La Asociación de Empresarios de Sierra Nevada ensalzó el proyecto como "la más importante infraestructura ejecutada por empresarios granadinos para beneficio de la industria turística de la Sierra". López achacó el probable rechazo "a la filosofía de la ciudad". "Si el teleférico estuviera en Málaga o Sevilla no estaríamos en esto. Esta ciudad es menos emprendedora y más conservadora", criticó.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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