"Me comprometo a aplicar la política de austeridad de estos meses atrás"
Pregunta. El Ayuntamiento no paga las nóminas en tiempo y forma, los proveedores no cobran, hay amenazas de huelga. ¿En qué se ha equivocado el gobierno que usted preside?
Respuesta. Jerez heredó una situación muy complicada, donde la plantilla estaba muy por encima de las posibilidades del Ayuntamiento. Heredamos la mayor deuda económica que recuerda un Ayuntamiento de España. El que no se ha querido enterar es que no quiere enterarse, porque la realidad es muy sencilla. Tengo hoy 200 trabajadores menos que cuando empecé hace seis años. Tengo menos deuda acumulada, pero sigo teniendo una deuda histórica que dejó precisamente una persona que se quiere presentar ahora [en referencia a Pedro Pacheco]. Quiere venir a solucionar el problema que él creó. Es la figura del bombero pirómano.
"Soy la persona más responsable que se ha sentado en el sillón de la alcaldía"
P. Ya en 2007 dijo que se iban a reducir gastos. ¿Le ha faltado mano firme para hacerlo efectivo?
R. Se ha reducido el 5% del sueldo de toda la estructura. El mío está a la mitad del sueldo de Pacheco y de Pelayo. Se han reducido gratificaciones, se han eliminado compensaciones en la nómina. Lo que no se ha hecho es despedir a nadie. Sí ha habido amortización de plazas y despidos de asesores, que no queda ninguno.
P. ¿Dónde se ve en los próximos cuatro años?
R. Me veo gobernando en la ciudad. Los ciudadanos son más inteligentes de lo que la gente se cree. Saben muy bien quién es capaz de gobernar con responsabilidad. Qué es lo que se dice de verdad y qué es lo que hay de verdad en los medios de comunicación. Lo saben todo.
P. ¿A qué se compromete si vuelve a ser alcaldesa?
R. Me comprometo a llevar la política de austeridad que he venido llevando en todos estos meses. Se van a ver, cuando liquidemos la cuenta del año pasado, los esfuerzos que hemos hecho para regularizar los pagos. Yo pienso que este Ayuntamiento tiene ingresos suficientes para afrontar el futuro con tranquilidad y normalidad. En los presupuestos de los años anteriores a 2007 se inflaban los ingresos y se gastaba lo que se presupuestaba. Eso ha venido generando una deuda que explotó con la crisis. Esta alcaldesa no ha generado ni un solo céntimo de este problema. A ver cómo nos vamos a enterar. Que no es verdad. Que este ha sido el tiempo de mayor austeridad. He gestionado el dinero con la mayor responsabilidad de todos los que se han sentado en este sillón [el de alcaldía]. Duermo bien, tengo la cabeza muy alta y estoy muy orgullosa del trabajo que hemos hecho, a pesar del ruido, de las deslealtades y de la deslealtad con la propia ciudad que ha mantenido un cierto sector de la ciudad.
P. ¿Cómo ha vivido los intentos de desbancarla de su partido, el almuerzo de Susana Díaz con Pacheco y las palabras de José Antonio Griñán recordándole que los pactos los hace el PSOE regional?
R. El partido en Jerez está muy bien. Estoy encantada. Tenemos una ejecutiva fantástica. Tenemos el apoyo del Gobierno central. Tenemos el apoyo de la ejecutiva federal. Cualquier otra cosa que no sea eso, que salga de los procedimientos internos, lo sitúo en el nivel de anécdota. Los pactos los hace el regional, pero el regional escucha lo que dice la ejecutiva local. Si tenemos algún defecto es ese, que todo lo discutimos, lo debatimos y lo hablamos y eso a lo mejor se nota mucho. Prefiero esa modalidad a la del PP.
P. ¿Con qué se queda de estos cuatro años?
R. Salvo el cambio de rumbo de la economía que ha dado Jerez. Teníamos una ciudad sin futuro y ahora tenemos una ciudad con un modelo económico en agricultura, en tecnología, en cultura, en turismo, en energía renovable, en lo social. Esa es la ciudad por la que voy a trabajar. Tenemos suelo, un plan general, una ciudad del flamenco, un parque tecnológico lleno de empresas y ampliándose, un suelo industrial para reurbanizar.
P. ¿Pediría usted a los inmigrantes que conozcan el idioma para dar permiso de residencia?
R. Yo no lo pondría nunca como una condición indispensable, pero sí establecería periodos en los que hubiera una responsabilidad recíproca para que la gente se fuera adaptando a la cultura y la idiosincrasia.
