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Reportaje:

Las creaciones del templo

Una muestra explora los vínculos entre los videojuegos y el arte en Sevilla

La antigua iglesia de Santa Lucía sigue abriendo sus puertas al misterio y la penumbra. El culto religioso es un recuerdo en este edificio de Sevilla, que ahora ocupa el Espacio Iniciarte (calle de Santa Lucía, 10). Con todo, las aspiraciones y deseos que ahormaron el templo parecen vivos todavía. Este céntrico lugar de la ciudad invita a detenerse y liberarse del agobio del tráfico y las obras cercanas. Ahora, la antigua iglesia acoge la exposición Over the game, que explora los vínculos entre los videojuegos y el arte.

La muestra, que se inauguró ayer, se adentra en un territorio en el que la creación artística se funde con el juego, la tecnología y la inteligencia artificial. Por el espacio desacralizado se cuelan las sombras y los movimientos de un público formado por espectadores, jugadores y curiosos. Algunos se detienen ante las obras. Otros intentan comprender las claves de muchos mensajes críticos que se ocultan bajo la superficie de las nuevas tecnologías. Los hay que disfrutan con el reto de un encuentro inesperado.

La exposición presenta 19 piezas en la antigua Iglesia de Santa Lucía

Un total de 19 piezas de realizadores, artistas e investigadores convierten la experiencia lúdica en una propuesta creativa y crítica. La exposición, que concluirá el 17 de enero, invita al público a participar.

Una chica se afanaba ayer con un juego en el que dos boxeadores pelean en el cuadrilátero. Punch-Out!!, de Mar Canet, Jayme Cochrane y Travis Kirton, es una instalación interactiva que ofrece un nuevo contexto al clásico juego de Nintendo con el mismo nombre. Cuando el contrincante golpea al jugador se disparan unos flases. Estas luces buscan desorientar y aturdir al jugador. La instalación se sumerge en las posibilidades de expandir los juegos antiguos y sus tecnologías obsoletas para crear nuevas experiencias.

Muy cerca del combate de los dos pugilistas hay una videoproyección de Joan Leandre. In the name of Kernel! Song of the Iron Bird se adentra en el mundo de la aviación. Luces nocturnas que describen rutas sin destino, reconstrucciones de simuladores de vuelo, imágenes de poblaciones y campos vistos desde el cielo y el rostro enojado de un gigantesco Pato Donald se adueñan de esta obra. La videoproyección dura cerca de 22 minutos.

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La consejera de Cultura, Rosa Torres, que presentó ayer la muestra, recalcó que esta iniciativa procede de "una generación que ha crecido con las maquinitas en las manos". "Su creatividad ha tenido la posibilidad de ser mejorada con el estudio y la formación universitaria", precisó la consejera de Cultura, que estuvo acompañada por los comisarios de la muestra, Flavio Escribano y Pedro Jiménez.

La exposición presenta, además, una puesta en escena diseñada por Paco González y Nac se despliega a través de tubos de cartón entrelazados que envuelven y rodean cada uno de los trabajos. Son un contrapunto más para las luces y sombras, los objetos y las formas virtuales, que se renuevan constantes en el viejo templo.

Un chico jugaba ayer con la instalación interactiva <b><i>Punch-out!!</b></i> en el Espacio Iniciarte de Sevilla.
Un chico jugaba ayer con la instalación interactiva Punch-out!! en el Espacio Iniciarte de Sevilla.PÉREZ CABO

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