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Aulas

Con la crisis, a comer a casa

Las familias reducen la demanda de servicios escolares complementarios

La comodidad de tener a los hijos cuidados en el cole a primera hora de la mañana, cuando todavía no han comenzado las clases, o de poder dejarlos en el centro a las dos de la tarde para que coman, puede suponer un más que un pellizco para el bolsillo. Algo que ocurre especialmente en los centros privados y concertados, donde los precios del comedor u otros servicios complementarios son mucho más altos que en la pública.

Sandra y su marido han decidido que su hijo Alejandro, de 20 meses, deje de ir al comedor: "Antes iba a la guardería en horario laboral, porque nos venía bien. Costaba 142 euros al mes, más otros 90 por el comedor", cuenta la madre. "Primero decidimos traérnoslo a comer a casa, con los que nos ahorrábamos los 90 euros. Y ahora, hemos decidido pasarlo del horario laboral al horario escolar, que son 22 euros menos al mes".

"La demanda no es tan fuerte como en otros cursos", dice Escuelas Católicas

Los colectivos profesionales que aglutinan a los centros educativos privados y concertados -como la Asociación de Centros de Enseñanza de Economía Social (Aces) o Educación y Gestión Andalucía (de carácter religioso)- han constatado que esta práctica comienza a darse en las familias andaluzas que matriculan a sus hijos en sus sedes. Juan Manuel Pérez, responsable del área de Intercooperación y Desarrollo Empresarial de Aces, confirma que "ha habido un leve descenso en la demanda de las actividades extraescolares". Y su colega, Francisco José González Díaz, secretario general de Escuelas Católicas de Andalucía, también ha detectado la misma mengua, aunque reconoce que su baremación no es fácil, "toda vez que, ordinariamente, todos estos servicios fluctúan a lo largo del curso escolar, dependiendo de distintos factores". "No obstante, sí podemos anticipar que la demanda no es tan fuerte como en cursos anteriores", añade González Díaz.

Las familias tienden a ajustar el presupuesto en aquellos servicios no ligados directamente a los refuerzos pedagógicos. "Donde ha bajado más la demanda es en los ámbitos asistenciales de la oferta. Alternativas como el aula matinal, donde los padres pueden dejar a los críos antes de que comiencen las clases, o el comedor, son las primeras que se están viendo afectadas", explica Juan Manuel Pérez. En cambio, Pérez sostiene que los padres intentan mantener a sus hijos en actividades extraescolares, como las clases de refuerzo de algunas asignaturas o los deportes.

"En parte es lógico porque en todo lo relacionado con lo asistencia puede ser algo más fácil amoldarse con la ayuda de la familia o el entorno social en general", justifica Pérez. Esta decisión trastoca, por tanto, el equilibrio de la conciliación de la vida familiar de padres e hijos con la laboral y la escolar. "En cuanto a la formación curricular, la supresión de estos servicios, en nada afecta a los chavales. Pero en cuanto a la conciliación familiar, afecta en todo. Por otra parte, es evidente que con estos servicios se fomenta la solidaridad, los buenos hábitos o el compañerismo", dice González Díaz.

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La economía está detrás de la reducción en la demanda. Pero hay quien achaca esta deriva a un gesto previsor. "Hemos detectado que en algunos casos la decisión de prescindir del comedor o el aula matinal no se debe directamente a una disminución de ingresos, sino a un espíritu ahorrador de las familias ante el clima de crisis que se está viviendo en el país en su conjuntos", observa el responsable de Aces en la materia. "Evidentemente, la crisis económica que padecemos influye en la economía doméstica, priorizando los padres el destino de sus recursos para cubrir las necesidades familiares. En estas circunstancias, creemos que corresponde a las administraciones públicas ayudar a las familias", defiende, por su parte, el secretario general de Escuelas Católicas de Andalucía.

Comedor del colegio público Colón de Córdoba.
Comedor del colegio público Colón de Córdoba.F. J. VARGAS

3,9 euros cuesta el menú en la pública

Si en los colegios privados y concertados la demanda de servicios escolares puede estar disminuyendo, en la enseñanza pública la dinámica es contraria. Excepto en las actividades extraescolares, donde también se reduce ligeramente el número de alumnos, aunque se aumente el volumen de centros que incluyen este tipo de características, según datos de la Consejería de Educación. Así, si el curso pasado fueron 135.538 los alumnos que participaron en actividades extraescolares en 1.532 centros andaluces, en el presente son 133.710 los alumnos que se han apuntado en 1.646 centros educativos. Todo ellos pagan 14,4 euros el mes. La demanda aumenta, en cambio, en el uso del comedor escolar y del aula matinal. Si en el curso pasado, fueron 169.551 los alumnos que asistían al comedor en 1.580 centros, en el presente curso, son 182.769 los que usan el servicio en 1.705 centros con un coste de 3,9 euros el menú por alumno al día. En cuanto al aula matinal (con un precio de 14,4 euros mensuales), el año pasado se prestaba en 1.239 centros y acogía a 51.794 alumnos y este año ha aumentado a 1.370 colegios y 68.597 críos. Estos servicios se incluyen en el Plan de Apertura de Centros de la Junta de Andalucía.

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