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Tres décadas con el sarcófago fenicio

El aniversario del hallazgo reaviva el misterio sobre el pasado de Cádiz

Fue el viernes 26 de septiembre de 1980, casi a las dos de la tarde. El entonces director del Museo de Cádiz, Ramón Corzo, recibió una llamada. En la calle Ruiz de Alda había aparecido un cráneo. El director, que entonces contaba con escasos medios, decidió aplazar la intervención hasta el lunes. No lo sabía pero estaba retrasando tres días uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de la Historia de España: el sarcófago antropoide femenino de Cádiz. Era la segunda pieza de este tipo que se encontraba en la ciudad, también la segunda en toda la península Ibérica y una de las diez encontradas en todo el mundo. Una pieza de artesanía fenicia que demostraba la importancia de Gadir como centro económico de esta civilización. Han pasado 30 años desde aquel descubrimiento y las ansias de nuevos sarcófagos no han desaparecido.

Primero fue el masculino. En 1887, de manera casual, en el desmonte de un lugar conocido como Punta de la Vaca apareció el sarcófago con la figura labrada en el mármol de un hombre de barba, vestido con túnica, con una granada en una de sus manos y con los pies perfectamente perfilados. Dentro había un esqueleto y cinco clavos. Expertos e investigadores siempre sospecharon que detrás de este hallazgo vendrían otros más. Pero tardó más de la cuenta. Uno de los que más tiempo dedicó a su búsqueda a principios del siglo XX fue el arqueólogo Pelayo Quintero. Se murió sin cumplir su reto. Casualidad o no, el sarcófago femenino fue descubierto en el solar donde había estado su casa.

"Éramos muy pocos, dependíamos de los fondos que nos daba el Ministerio de Cultura y tenía que encargarme de todo, incluso de las excavaciones", rememora Ramón Corzo casi tres décadas después. "Me llamaron para decirme que habían encontrado un cadáver en el solar de la casa de Pelayo Quintero. El lunes, cuando fuimos, descubrimos que la máquina excavadora había desplazado la tapa del sarcófago y había sacado el cuerpo".

"Encontrar un segundo permitió demostrar que el primero no fue una casualidad o un objeto traído de Oriente, sino que aquí pudo haber un taller dedicado a la fabricación de estas esculturas, o bien que existía suficiente capacidad económica en Gadir como para encargar varios traídos desde Sidón (Líbano), donde se habían producido los únicos hallazgos de este tipo en el mundo", señala Corzo.

El femenino está datado en el siglo V antes de Cristo y se calcula que, por cuestiones estilísticas, es unos 40 años anterior al masculino. "Hubo al menos una familia importante en Cádiz que utilizó este taller durante varias generaciones". De la mujer poco se sabe. Apenas llevaba ajuar en la tumba pero sí un anillo con sello, de los que se usan para firmar contratos, por lo que se da por seguro que era una mujer con poder.

El hallazgo de aquel sarcófago hace treinta años fue un acontecimiento en la ciudad. La ciudad pasó por el yacimiento y ahora la pareja de sarcófagos es referente turístico de Cádiz. Se pueden ver en el Museo de Cádiz, donde ya preparan un cumpleaños muy especial, que coincidirá con una exposición sobre la civilización fenicia.

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"Tengo la certeza de que hay más", asegura Ramón Corzo. "Algunos se habrán perdido porque el mar ha avanzado sobre la necrópolis pero hay muchas zonas de la ciudad donde no se ha excavado todavía".

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