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Reportaje:

La esencia del Modernismo

El Bellas Artes sevillano acoge lo mejor del movimiento

Margot Molina

Lo mejor del Modernismo catalán, el movimiento que surgió en Barcelona a finales del siglo XIX y que supuso la apertura de la ciudad a Europa, puede verse desde hoy en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Ramón Casas y Santiago Rusiñol, los dos artistas que adaptaron el Art Nouveau parisino al gusto de la burguesía catalana, encabezan la lista de los 19 creadores seleccionados para la exposición La aventura modernista en las colecciones del Museo Nacional de Arte de Catalunya, que puede verse por primera vez en Sevilla. La muestra, patrocinada por Caixa Catalunya, estará en la capital andaluza hasta el 31 de mayo y después iniciará su itinerancia por España.

"El Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC) comienza con el Románico catalán y acaba en 1940. Lo más destacable de todo este amplio abanico es el Románico y la colección del Modernismo, una sección tan amplia que nos permite traer aquí medio centenar de obras", comentó ayer en Sevilla Teresa Ocaña, directora del MNAC.

Rusiñol y Casas fueron los dos catalizadores de toda esta innovación

"Rusiñol y Casas fueron los dos catalizadores de la innovación a partir de su primer viaje a París y su contacto con el Art Nouveau. Un poco después, en 1893, le siguieron los artistas del Cercle de Sant Lluc, creado por los hermanos Llimona y, más tarde, surge una nueva generación en torno al café Els Quatre Gats, que también frecuentó el joven Picasso", explica Ocaña.

"Las más destacadas son las obras de Casas, Rusiñol, Isidre Nonell y Joaquim Mir, que están muy bien representados en la colección del MNAC porque el museo compraba obra de los artistas de su época", aseguró Mercè Doñate, jefa de la colección de Arte Moderno del MNAC y comisaria de la muestra.

Junto a los artistas más populares, la selección incluye cuatro obras de Francesc Gimeno, un pintor sin éxito en vida pero muy reconocido posteriormente; así como dos óleos de Ricard Canals, gran amigo de Picasso.

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Además de pintura, la exposición presenta dibujo, escultura y artes decorativas entre las que se encuentra una reja de la casa Milà diseñada por Antoni Gaudí. "El Modernismo se convirtió en un revulsivo frente a las corrientes imperantes más conservadoras y supuso para Barcelona un paso hacia Europa, hacia la modernidad", afirma Ocaña.

Detalle de la escultura <i>La primera comunión,</i> de Josep Llimona, en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.
Detalle de la escultura La primera comunión, de Josep Llimona, en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.ALEJANDRO RUESGA

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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