La estancia en hoteles se estanca pese al leve repunte de turistas

La actividad turística en Andalucía, que sintió los efectos de la crisis más tarde y en menor medida que otros sectores, empieza también a significarse por adelantar ciertos síntomas de recuperación. Aunque aún lenta y con muchos matices. Así, el primer semestre del año deja indicios de una incipiente reactivación en la llegada de turistas extranjeros, aunque aún insuficiente para mejorar los índices de ocupación hotelera. Según la encuesta de movimientos turísticos en fronteras, Frontur, entre enero y junio la comunidad recibió 3.350.265 visitantes extranjeros, un 1,4% más que en el mismo periodo, el segundo mejor resultado tras Canarias entre las seis comunidades autónomas con mayor actividad turística. Para el consejero del ramo, Luciano Alonso, el dato evidencia la "solvencia de Andalucía como destino turístico".

El mercado británico no presenta síntomas de reactivación

En dos ejercicios, se han perdido casi 5.000 empleos en el sector turístico

Los hoteles se beneficiaron poco de este repunte. Si bien en el primer semestre se incrementó el número de clientes extranjeros que se alojaron en ellos (2.480.654, un 2,5% más que el año anterior), las pernoctaciones que produjeron fueron un 4,2% inferior (7.857.455). Una de las razones que explican este fenómeno es la disminución progresiva de la estancia media, reducida ya a apenas 2,85 días.

El turista extranjero parece elegir cada vez más un destino andaluz para escapadas cortas o de fines de semana, favorecido por la gran oferta de vuelos de bajo coste, en lugar de vacaciones prolongadas, como indica el hecho de que las pernoctaciones en los destinos de interior hayan crecido un 5%. Mientras que el mercado británico, principal cliente de los destinos andaluces, no acaba de dar indicios de reactivación, sí se han producido sensibles incrementos en la llegada de italianos, franceses y holandeses, mientras que el segundo mercado emisor en importancia, el alemán, da muestras de un tenue repunte.

En líneas generales, el movimiento hotelero en Andalucía se mantiene en parámetros similares a los del año anterior, cuando las estancias cayeron más de un 11%. La línea de descenso por tanto parece cuanto menos haber tocado fondo, pero los repuntes "no se traducen aún en mejoras de los resultados empresariales", lamenta la organización patronal Exceltur. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, en los primeros seis meses de 2010 se alojaron en los hoteles andaluces 6.623.839 personas, 14.454 menos que hace un año (-0,2%), que produjeron un total de 17.667.040 de pernoctaciones, un 1,3% inferior a las contabilizadas en 2009. Mientras las estancias de extranjeros bajaron el citado 4,2%, las producidas por españoles (9.809.584) crecieron un 1%.

El grado de ocupación medio de las plazas hoteleras en la primera mitad del año fue del 39,35%, medio punto menos que en 2009, y muy lejos del 45,5% de hace sólo dos años. Exceltur sostiene que existe un considerable desfase entre la oferta hotelera andaluza y la demanda real. La situación, según la patronal, ha obligado a una carrera de rebaja de precios y ofertas que se traduce en un descenso de los beneficios del 55% y de la rentabilidad empresarial.

Los datos del INE señalan que los precios de los hoteles andaluces se rebajaron en mayo un 2,1% respecto al mismo mes del año anterior, descenso que hay que unir al 3,5% experimentado ya en abril. La tarifa media de una habitación de hotel en Andalucía se situaba entre marzo y mayo en 65,3 euros diarios, cuatro euros menos que hace dos años.

Una de las consecuencias de la caída de la actividad ha sido la disminución del empleo. El INE tenía contabilizado en el mes de junio a 35.958 trabajadores en los hoteles andaluces, apenas 635 menos que hace un año, pero lo que significa que en apenas dos ejercicios se ha pedido casi 5.000 empleos (en junio de 2007 había 40.850 trabajadores).