El ex director general del caso de los ERE pide volver a la Junta

El ex director general de Trabajo Javier Guerrero ha pedido reingresar en la Junta e incorporarse como funcionario a la Consejería de Empleo. Ajeno a la vorágine que protagoniza la investigación del caso de los ERE, para la que su declaración policial (hace ya casi un año) fue decisiva, Guerrero solicitó dos semanas atrás su reincorporación a través de la Dirección General de Recursos Humanos y Función Pública de la Consejería de Hacienda. La vida del ex alto cargo de la Consejería de Empleo sigue al margen de intrusos, pólizas irregulares, y ayudas millonarias sin control para empresas e intereses políticos.

Guerrero, alcalde de El Pedroso (Sevilla) entre 1995 y 1999 y director general de Trabajo entre 2000 y 2008, se encuentra en una excedencia "por interés particular" tras su salida del Servicio Andaluz de Empleo para ocupar cargos de alta responsabilidad política como militante del PSOE. Antes de convertirse en alcalde, dirigió una oficina de empleo en la Sierra Norte sevillana. Ahora Función Pública tiene pendiente decidir sobre su solicitud. Al carecer Guerrero de reserva de plaza, si hay hueco le será asignado un puesto de trabajo en su departamento anterior, y si este no existe, ocupará plaza en cualquier otro destino que conserve su categoría como funcionario.

El Gobierno andaluz está pendiente de concederle destino al ex alto cargo

El TSJA le acusa de conceder ayudas "con total desprecio al Derecho"

Con su explosiva definición de "fondo de reptiles" para referirse al fondo para empresas en crisis de Empleo dotado con 647 millones entre 2001 y 2010, Guerrero abrió la caja de los truenos en la Junta al utilizar un término que insinuaba el uso de comisiones ilegales. Pero también lanzó las claves de una investigación judicial que supone un serio quebradero de cabeza para el Gobierno andaluz y sembró de minas la imagen de la gestión de ayudas por parte de Empleo.

Desde entonces, el ex director general ha mantenido un perfil bajo. Sucesivos cambios de abogados y ninguna declaración desde que en una entrevista aclarara el modus operandi de la Consejería de Empleo y cómo a través de su dirección general esta dispuso de fondos públicos para paliar las crisis laborales de grandes empresas e incentivar a las pequeñas con ayudas dadas a los empresarios de manera discrecional.

La investigación policial no ha acreditado que Guerrero se lucrara directamente con los fondos públicos que distribuyó, si bien su suegra Victorina Madrid fue incluida como falsa prejubilada en la sociedad SOS Cuétara.

La juez Mercedes Alaya le acusa de malversación, prevaricación y tráfico de influencias por la supuesta tramitación irregular de los ERE, al igual que a otros altos mandos de Empleo.

Al margen de las aclaraciones sobre la gestión de los ERE en Empleo en la mencionada entrevista, sus tensiones soterradas con la Junta solo han salido a la luz por el conflicto del Gobierno andaluz con la juez a cuenta de las actas de los Consejos de Gobierno, antes de que el Supremo diera la razón a la magistrada. La exabogada de Guerrero, Rosa Parra, afirmó "no entender" el hecho de que la Junta, "que presume de colaborar" con la juez, no entregue las referidas actas y "ponga trabas" a este respecto. Semanas después, el acusado prescindió de la letrada.

Por otra parte, el Tribunal Superior de Justicia (TSJA) ha emitido la primera sentencia que censura el procedimiento del fondo para empresas en crisis de Empleo. Tras la reclamación por impago del empresario y exconcejal socialista en El Pedroso (Sevilla) José María Sayago de una ayuda de 600.000 euros a su empresa Tierra Virgen Alimentación, el alto tribunal dictamina que la Junta no debe abonar dicha subvención, publicó ayer Abc. La subvención se concedió "con total desprecio al Derecho y a los trámites exigidos legalmente (...) Ni siquiera existe solicitud de otorgamiento". La sala de lo Contencioso-Administración del TSJA destaca que "no existe procedimiento alguno", sino "únicamente un escrito" de Guerrero para conceder la ayuda.