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Una fiesta de lo más variopinta

La polémica envuelve un año más el Día de la Toma de Granada

La polémica envuelve desde hace años el Día de la Toma de Granada, que conmemora la conquista de la ciudad por los Reyes Católicos de la que se cumplen 518 años. Ayer, la ceremonia cívico-religiosa estuvo empañada por los gritos y consignas de partidarios y detractores de la fiesta, que, pese a todo, transcurrió sin incidentes por la gran cantidad de agentes de policía presentes en la plaza del Carmen.

Entre pitos y gritos de "fuera, fuera" que profirieron grupos como SOS Racismo, Jaleo o Nación Andaluza salió la comitiva municipal del Ayuntamiento de Granada, gobernado por el PP, hacia la Catedral. Ante las protestas contra el Ejército, el teniente general del Mando de Adiestramiento y Doctrina (Madoc), Francisco Puentes, rompió el protocolo y se acercó a ellos para defender su labor y aclarar que "no son fascistas".

Una fuerte presencia policial impidió los enfrentamientos

La celebración, que considera "excluyente y anacrónica" la plataforma Granada Abierta para quien debería trasladarse la fiesta al 26 de mayo en honor de Mariana Pineda, continuó con una misa oficiada por el arzobispo Francisco Javier Martínez, la tremolación del pendón de Castilla en la Capilla Real y la ofrenda en la tumba de los Reyes Católicos.

La concejal de Juventud, María Francés, fue la encargada este año de tremolar el pendón desde el balcón del Consistorio y saludar al pueblo con el tradicional "Granada qué". Cada vez son más variopintas las concentraciones este día en la plaza del Carmen, donde ayer se podían leer pancartas con lemas como El Reino de Granada es un cortijo de los nuevos señoritos sevillanos, Día de la Toma, una nueva reconquista para defender nuestra identidad o No al racismo, no a la toma, no al fascismo.

"No tenemos nada que celebrar" y "Vosotros fascistas sois los terroristas" coreaban unos mientras otros replicaban "España cristiana no musulmana". Eran los más extremistas, a quienes la Policía requisó durante la mañana varios botellines de cerveza. De forma paralela a este acto, y como es habitual desde hace siete años, se celebró la Fiesta de las Culturas, que en esta edición entregó el Granadillo 2010 al escritor paquistaní Tariq Alí, que consideró "reaccionaria" la tradición formal, si bien señaló que la relación entre Granada y Al-Andalus es de "tolerancia y coexistencia" por lo que habría, en su opinión, que buscar otro modo de conmemorarla distinto del acto oficial. En un comunicado, la madre de Carlos Palomino, el joven antifascista asesinado por ultras de derecha en el metro de Madrid, mostró también su rechazo a esta celebración.

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