El fiscal duda de la agresión a Teófila Martínez

"Tenéis en vuestras manos mi vida", dijo ayer Simone Righi, de origen italiano, quien se enfrenta a una petición de 10 años de cárcel por haber, supuestamente, intentado agredir a la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, durante una protesta en 2007. El caso quedó ayer visto para sentencia. El fiscal mantiene su acusación aunque matiza su argumentación después de admitir que el testimonio de la regidora local durante el juicio no ha podido determinar que el principal acusado intentara golpearla. No reduce su petición de condena pero deja la decisión a debate de la sala, que debe ahora emitir el fallo.

La acusación contra Righi y la otra imputada, una vecina de Cádiz, se ha diluido en el juicio. Ambos están acusados de golpear a la alcaldesa y a otros ediles a la salida de la misa de la patrona de Cádiz, hasta la que llegó una manifestación convocada contra una perrera denunciada por sacrificar animales. Hubo una trifulca entre el cordón de seguridad y los participantes en esa protesta que derivó en la detención de los dos acusados. Righi se enfrenta a una petición de 10 años de cárcel por un doble delito de atentado contra la autoridad por haber golpeado o, al menos intentado, a la alcaldesa y al concejal del PP, Ignacio Romaní.

El acusado se enfrenta a una petición de 10 años de cárcel

Ambos políticos identificaron en el juicio a Righi pero su declaración estuvo llena de contradicciones. De hecho, Martínez llegó a reconocer a su supuesto agresor pero después dijo que en el momento del supuesto ataque estaba de espaldas. El fiscal reconoce que la alcaldesa no ha podido determinar la autoría de los hechos pero da validez a la rueda de reconocimiento hecha en sede policial. También admite que el delito de atentado a la autoridad contra Romaní no está claro, ya que se puede entender que el acusado golpeó a este concejal solo para acceder a la alcaldesa.