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Una fuga retrata al Puerto II

Las deficiencias de seguridad allanan la primera escapada del penal en 27 años

El plan era de película pero tuvo consecuencias reales. Un interno de la cárcel de Puerto II, en El Puerto de Santa María (Cádiz), huyó del centro penitenciario aprovechando varios fallos graves de seguridad y una valla perimetral que no estaba sellada. Los sindicatos de funcionarios de prisiones reconocieron ayer que, aunque esta sea la primera fuga en los 27 años de historia de estas instalaciones, existieron graves deficiencias que fueron aprovechadas por el fugitivo. La falta del interno no fue detectada hasta varias horas después de producirse la huida.

El fugitivo tiene 24 años y fue encarcelado por un delito de violencia doméstica. Sobre él pesa una orden de alejamiento de su pareja, por lo que esta escapada ha provocado que se active un doble dispositivo policial: el de búsqueda del fugitivo y el de protección de la víctima y sus allegados. La dirección de la cárcel ha abierto una investigación para aclarar lo ocurrido.

El preso era un maltratador y la policía protege ahora a su víctima

El interno estaba ingresado en el módulo cuatro de la cárcel, el de reincidentes. A las 17.30 del pasado jueves 4 de agosto se subió al tejado del centro penitenciario por un patio interior. Desde allí escaló hasta un foco, donde sabía que no había cámara de seguridad ni alambre de espinos que dificultase el acceso. Después recorrió varios metros por las alturas. Desde allí esperó el paso de un funcionario con tres internos. Fue saltando cada vez que se levantaban las alarmas en este camino, con lo cual pudo camuflar su avance.

En su huida, aprovechó unas conducciones de agua para subir otro metro más de altura y colgarse a un punto de luz, desde el que accedió a la ronda de vigilancia de la custodia exterior. Saltó siete metros de altura descolgándose por la antena de televisión. Ya en el suelo se dirigió a la valla metálica que rodea toda la cárcel. Ahí se aprovechó de uno de los fallos de seguridad más flagrantes. La pudo pasar por debajo porque los técnicos que la colocaron y supervisaron su instalación no sellaron la base.

Pero hay más errores. Las grabaciones de seguridad de las cámaras del perímetro de seguridad donde quedó recogido el salto del muro y la escalada siguiente no se pudieron visualizar hasta tres horas después de activarse el dispositivo de búsqueda. Y es que ninguno de los funcionarios de guardia tenía en ese momento el código para acceder a la memoria de la grabación.

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Los sindicatos de funcionarios de prisiones con representación en Puerto II, relataron ayer en un comunicado que ese día se encontraban en el módulo cuatro 86 internos, que custodiaban cuatro funcionarios. "Son trabajadores que tienen que atender multitud de tareas: la apertura de galerías, el cierre manual de celdas, talleres, accesos, sala de televisión, patios, duchas, economato y pasillos", reza el texto. Según su versión, la huida contó con la ayuda de otros internos que provocaron varios incidentes, que sirvieron de "tapadera" a la escapada.

Según el relato de los sindicatos de funcionarios de prisiones, el reo había preparado su plan concienzudamente. Había estudiado las carencias de los sistemas de seguridad y había trazado una cuidada estrategia para no ser descubierto hasta un largo tiempo después de haber escapado.

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