_
_
_
_
_
Entrevista:ANDALUCÍA, SIGLO XXI

"El futuro está en establecer un puente con el mundo árabe"

Acabar de una vez con el terrible espectáculo de las pateras, abrir las fronteras al norte de África y potenciar el avance tecnológico y la formación humanística de Andalucía son algunos de los ejes fundamentales que Ian Gibson propone para el desarrollo de la comunidad de cara al nuevo milenio, que pasa por un eje esencial: la tolerancia.

Ian Gibson (Dublín, 1939) mantiene intacta su pasión y su capacidad de conmoverse, 30 años después de haber iniciado sus investigaciones sobre la personalidad, la vida y la muerte de Federico García Lorca. Siempre que visita el paraje árido y brusco que limita entre los pueblos granadinos de Víznar y Alfacar, en donde se encuentra la tumba anónima del poeta, se queda ausente durante unos segundos, melancólico y reflexivo. Todavía no sabe muy bien para qué servirá el foro Andalucía Nuevo Siglo, pero lo que sí tiene claro es que esa Andalucía tiene que pasar necesariamente por el pueblo tolerante y sin fronteras, abierto especialmente al mundo árabe, del que hablaba Lorca apenas dos meses antes de que lo mataran. Pregunta. Lorca hablaba de que el mayor esplendor andaluz existió justo antes de la expulsión de los árabes de Granada. Ahora, esos árabes llegan a España a través de pateras. ¿No sé está dando Andalucía la espalda a sí misma? Respuesta. Sí. Creo que Andalucía debe poner muchísimo énfasis en su relación con los países del norte de África, con Marruecos sobre todo. Abrirse a Marruecos sería una buena política. Son nuestros hermanos, y hay que ayudarlos para que tengan posibilidades de llegar a Europa. Al fin y al cabo, la gran cultura andaluza nace de la mezcla de tres culturas. Ésa es su gran fuerza, y habría que hacer todo lo posible por propiciar una mayor tolerancia. El espectáculo de las pateras es una obscenidad. Para cualquier andaluz, para mí, es una obligación conocer Marruecos, ayudar a que ese país se desarrolle. El futuro de Andalucía y de España está en establecer un puente con el mundo árabe. P. ¿Qué necesita Andalucía para encarar el siglo XXI? R. A estas alturas, creo que una gran tolerancia, y una mayor capacidad para combinar el avance tecnológico con una profunda cultura humanística. Eso fue lo que hizo en el pasado, y lo que la convirtió en un paraíso. Granada en la Edad Media era uno de los centros del desarrollo científico y humánistico. Había tratados de medicina, de agricultura, de todo. Los andaluces son muy asimilitivos: saben vivir, pero también saben avanzar tecnológicamente. Eso hay que aprovecharlo. Ese sería mi sueño para Andalucía. Un sueño romántico. ¿Y por qué no? P. Sin embargo, esa Andalucía fue también la que mató a Lorca o Blas Infante. R. Esa otra Andalucía existe porque ha habido muchos siglos de incultura, de intolerancia. España es un país que se desconoce a sí mismo, que no se entiende. Tiene un gran problema de identidad. Los musulmanes y los judíos eran tan españoles como los cristianos, pero fueron expulsados. España ha vivido siempre en la amnesia porque la verdadera historia no se ha enseñado nunca en los colegios, ni siquiera hoy. Lo cierto es que España es un país que jamás ha conocido la estabilidad. P. Siempre con guerras... R. Exacto. No sé cuántas guerras civiles hemos tenido, pero muchas, muchísimas. Por primera vez, ahora mismo es cuando estamos viviendo la revolución de la normalidad después de siglos de conflictos. Es la primera vez en siglos que vivimos establemente. Ni siquiera la hubo durante la República. Hoy podemos ir a Francia, a Irlanda, sin complejos, viendo al resto de los europeos como iguales nuestros, que es algo que jamás había pasado. Vivimos un periodo de tranquilidad en el que podemos crear infraestructuras y crear un sistema de convivencia cultural. España tiene hoy mucho porvenir y mucho trabajo por delante, y es por eso por lo que hay que luchar. P. ¿Por qué existen los hispanistas y no, por ejemplo, los francesistas? R. Porque España es un país muy complejo, que no ha tenido nunca lo que decía antes, la estabilidad necesaria. ¿Cómo se podía crear cultura entre tanta guerra? Los franceses y los ingleses se han estudiado a ellos mismos, que es lo normal. Lo anormal es España, un país que quiere saber quién es, es ese paciente de la España del 98 que decía "¿qué me pasa, doctor?", "¿por qué hemos perdido Cuba?" Siempre ha habido una inseguridad radical en los españoles, ninguna fe en el futuro. ¿Cómo podía haber seguridad con la Inquisición por medio? Aquí en todo momento se ha vivido como encima de un volcán. Y hay que tener en cuenta otro detalle. La cultura española es tan rica y tan compleja que, para analizarla a fondo, habría que saber mucho de todo, no sólo castellano antiguo, sino árabe y hebreo, tan sólo para conocer su riqueza literaria. Por eso no es de extrañar que venga un arqueólogo norteamericano experto en el medioevo para estudiar a España. P. Muchos se han referido a este año como un exceso para conmemorar el centenario de Lorca. R. Bueno. Si Lorca no fuese quien es, no habría tenido desde luego un centenario, como, desde luego, no lo tendrá Camilo José Cela. Si se le homenajea en Australia, en Escocia, es porque tiene algo universal, es su forma de transmitir el sentimiento. Si él no supiera expresarlo, la gente no saldría llorando de Bodas de sangre. Ese lenguaje primitivo suyo llega a toda la gente, y llega incluso en otros idiomas. Lorca es Lorca incluso a pesar de su muerte, porque otros muchos poetas murieron en guerras y no son recordados. Lorca no depende de su muerte. Si hubiera vivido 80 años, hoy tendría todos los premios del mundo. Ian Gibson Historiador, 59 años. Llega España en 1965 para trabajar en su tesis. En 1984, adquiere la nacionalidad española. Ha publicado libros sobre la España contemporánea.

"Por primera vez, España vive hoy la revolución de la normalidad después de siglos de conflictos"

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_