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Un guardia civil sin doble fondo

Interior condecora al principal investigador de narcotráfico en el muelle de Cádiz

Quiso ser guardia civil mientras trabajaba en una chatarrería. Un agente al que conoció le relató sus vivencias y deseó ser como él. Su sueño se cumplió y, casi 40 años después, recibió ayer la cruz de plata que le reconoce sus méritos profesionales. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, entregó a Nicolás Bernal esta distinción que le premia por un currículum medido en alijos abortados y en kilos de droga incautados en su puesto en el muelle de Cádiz. La última operación, con 600 kilos de hachís intervenidos, la cerró el pasado agosto, sólo seis días antes de jubilarse.

Bernal está detrás de las grandes operaciones que la Guardia Civil ha desarrollado en el puerto gaditano en las tres últimas décadas, pero siempre ha permanecido en el anonimato. Puede presumir de haber evitado la entrada en el mercado de 27 toneladas de hachís y 614 kilos cocaína, además de haber intervenido más de 45 vehículos y embarcaciones. "Tiene un sexto sentido", revelaba ayer el presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, Rafael Barra. Lo certifican los datos y los hechos.

Hasta Cádiz se han acercado policías de Alemania e Italia para conocer los métodos con los que Bernal descubría la droga en los dobles fondos de los camiones. Algunos eran tan básicos como una cuerda. Medía a lo alto y a lo ancho los exteriores de los remolques y después el interior. Si el resultado no coincidía, es que había un doble fondo. "El cordel no engaña", dice.

El laureado agente tiene en su haber la detección de una red que desde el puerto de Cádiz enviaba carne no apta para el consumo humano al tercer mundo. También estuvo detrás de la mayor intervención de cocaína registrada hasta ahora en el muelle gaditano, con 473 kilos ocultos en un contenedor dirigido a Brasil. Toda operación tiene sus riesgos. En 2002 estuvo a punto de morir asfixiado en un contenedor cargado de maíz. Sobrevivió y además descubrió 4.200 kilos de hachís. Sólo cinco meses antes había sufrido un infarto pero continuó trabajando.

Se marcha al cumplir 65 años. "Ahora tendré el tiempo que no he dedicado a mi familia", prometió a sus seres queridos tras recibir la cruz conmemorativa. Pero no olvidará su trabajo. "Seguiré luciendo con orgullo este uniforme y este tricornio". Su discurso estuvo plagado de agradecimientos humildes. "Señor ministro, gracias por molestarse a venir para darme esta distinción. Me parece excesivo". Previamente, Rubalcaba le había agradecido con emocionadas palabras su labor en la Guardia Civil. "Has dicho que lo que has conseguido lo tienes por suerte. Te tengo que contradecir. Lo has logrado con honestidad y profesionalidad. Eres un agente honesto. Sin doble fondo".

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