Un hombre muere en Torremolinos de un tiro en la cabeza

Un ciudadano español de 55 años cuyo nombre responde a las iniciales J.M. falleció ayer en la cafetería que regentaba en Torremolinos (Málaga) después de recibir un disparo en la cabeza de un cliente habitual del establecimiento. Los hechos ocurrieron sobre las 13.00 en la cafetería Hermanos Velasco 2, situada en la calle Salvador Allende, en la zona de La Carihuela, una de las más turísticas del municipio.

Según testigos presenciales del suceso, el supuesto agresor, Aurelio T. R., de 60 años y natural de Córdoba, entró en el establecimiento con una fuerte borrachera. Enseguida se fijó en una mujer con rastas y comenzó a recriminarle su aspecto, por lo que ambos comenzaron a discutir. En ese momento, la víctima terció en la disputa y le dijo a Aurelio que saliera del bar.

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El cliente ebrio obedeció y se dirigió hacia su apartamento, situado a unos 200 metros de la cafetería. A los pocos minutos regresó al Velasco 2. Tras aproximarse a la barra, llamó al responsable del establecimiento, que estaba agachado. Cuando se incorporó, Aurelio T. R. sacó la pistola y disparó un solo tiro. La bala le entró al propietario del bar por debajo de la barbilla y le salió por la parte superior del cráneo. Murió en el acto.

Al lugar acudieron los servicios de emergencias del 112 y agentes del Cuerpo Nacional de Policía, que trataron de detener a Aurelio en su domicilio. Llamaron al timbre y nadie respondía. Tras obtener una autorización judicial y echar la puerta abajo, los agentes descubrieron que en el domicilio del supuesto homicida no había nadie. Aurelio fue detenido en Córdoba al final de la tarde, según fuentes policiales.

J.M. ha sido la séptima persona que muere de forma violenta en la provincia de Málaga en lo que va de año. El último fallecido fue el ciudadano inglés Dan Smith, de 24 años, que recibió seis disparos en la puerta de un bar en la zona de Riviera del Sol, en Mijas Costa, el pasado sábado. Ayer, el supuesto agresor, E. W., un ciudadano irlandés de 27 años que guardaba en su domicilio explosivos, detonadores y varias granadas, fue enviado a prisión incondicional por orden del titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Fuengirola.