La igualdad también se cobra

El objetivo fijado puede provocar sonrojo: conseguir que en 2011 el 20% de los puestos de catedráticos y de investigadores principales en las universidades públicas andaluzas estén ocupados por mujeres. Sobre todo, si se tiene en cuenta que ellas ya son mayoría en la educación superior: el 54,3% de los 237.000 alumnos matriculados en las universidades andaluzas este año son mujeres.

Ese 20% es el objetivo que se acordó en el modelo andaluz de financiación de la educación universitaria en 2007. Hace tres años estaba en el 15,3% y, según los últimos datos oficiales, los de 2009, ha crecido hasta el 19,3%.

El actual modelo de financiación -que cuenta con 1.200 millones de euros al año para repartir entre las universidades- contempla que el 30% esté sujeto al cumplimiento de objetivos, que anualmente se fija cada institución a través de los contratos programa que firma con la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia. Y, entre los coeficientes establecidos, está el impulso de la paridad. Las universidades públicas han recibido ya 27 millones de euros entre 2007 y 2009 por ir cumpliendo con este compromiso.

Además del porcentaje de catedráticas e investigadoras, también se fijó la obligación de que en 2011 -cuando finaliza la vigencia del actual modelo- el 40% de los miembros de los órganos de gobierno y de representación sean mujeres. En 2009, ellas ocupaban el 38,8% de estos cargos.

Llegar al 40% en los cargos es un objetivo relativamente asequible. Lo complicado es cumplir con el primer indicador, el de catedráticas e investigadoras. Y, en concreto, lo más difícil es incrementar el porcentaje de mujeres que ocupan una cátedra. "Las mujeres tenemos más dificultades para conseguir los méritos para acceder a la cátedra, aunque teóricamente tenemos las mismas posibilidades", detalla Isabel Vázquez, directora de la Unidad para la Igualdad de la Universidad de Sevilla. "No alcanzamos los mismos méritos por los roles que se asumen: ellos tienen como prioridad avanzar en su carrera y nosotras nos hacemos cargo de la familia, con lo que es más complicado avanzar en la investigación o realizar estancias en el extranjero".

En el año 2009, en las 10 universidades públicas andaluzas el 84% de las cátedras las ocupaban hombres. En el caso de los puestos de profesores titulares, el porcentaje de mujeres sube algo más y ellas son el 35%.

Aunque los datos son bastante similares en las 10 universidades de la comunidad, hay algunos casos que destacan. Respecto al coeficiente de los órganos de gobierno, en la de Sevilla el 54,5% de los miembros eran mujeres. En 2009, según los datos de la consejería, el indicador de catedráticas e investigadoras ya lo cumplían las universidades de Granada (21,3%), Jaén (20,4%) y Málaga (21,7%).

Vázquez cree que implantar "medidas de conciliación puede facilitar algo" que la mujer tenga más sencillo acceder, por ejemplo, a una cátedra. Se trataría de políticas concretas como las ayudas económicas para pagar las guarderías de los hijos. Almería, Córdoba y la Universidad Internacional de Andalucía disponían en 2009 de esta prestación. Otras, como la de Jaén, Málaga o Sevilla, tienen guardería propia o la están construyendo, según los datos facilitados por la consejería. Pese a ser medidas para la conciliación, este tipo de acciones no se tienen en cuenta en el modelo de financiación de las universidades.