El juez del 'caso Marta' imputa a la novia del hermano de Miguel Carcaño

El juez que investiga la desaparición de la joven Marta del Castillo imputó ayer a la novia del hermano del supuesto asesino, María G. M., por su supuesta vinculación y conocimiento del crimen. La mujer quedó en libertad sin fianza después de declarar ante el magistrado Francisco de Asís Molina, ante el que debe presentarse cada 15 días. Con esta nueva acusación ya son cinco las personas imputadas en el caso, casi tres meses después de la trágica desaparición de la adolescente, cuyo cadáver aún no ha aparecido.

María G. M. sostuvo ayer la coartada de su novio y aseguró que estuvo estudiando en el domicilio donde supuestamente murió Marta la madrugada del pasado 24 de enero. La joven afirmó ayer que no vio ni oyó nada extraño en el piso, versión que se opone a la del vecino que vio a Miguel Carcaño con una silla de ruedas a la 1.30 de la madrugada.

La joven asegura que estudiaba mientras sacaban el cuerpo de Marta

El juez sospecha que mientras la joven estudiaba en el piso, al mismo tiempo los implicados en el crimen, entre ellos Miguel Carcaño y Francisco Javier G., hermano mayor y novio de María G. M, se deshacían del cadáver. El auto de prisión de Francisco Javier G. le sitúa en la vivienda "limpiando restos y huellas" mientras que su hermano menor y sus dos amigos imputados arrojaban el cuerpo de Marta a un contenedor, según la última versión del supuesto asesino Miguel Carcaño.

Por su parte, Francisco Javier G. ratificó ayer su coartada e insistió en que estuvo desde la medianoche en su bar. Según su versión, quedó con su ex mujer para ver a su hija y estuvo con ella hasta las 23.00 cuando tras ver a su novia fue a su bar de copas hasta las 4.00, cuando volvió a casa. Según su defensa, la coartada es confirmada tanto por su novia ahora imputada como por su ex mujer, Rosa S. M. Esta última se enfrentó ayer en un careo con María G. M., ya que las dos declararon haber comido con el supuesto implicado al día siguiente del crimen, aunque finalmente concluyeron que fue la novia quien comió con Francisco Javier.

Dos hipótesis diferentes establecen que el crimen pudo producirse entre las 20.30 y las 22.30, o a partir de la medianoche. La primera de ellas, aportada por Miguel Carcaño, exculparía a su hermano Francisco Javier de cualquier implicación en el crimen y concuerda con la declaración de la novia María G. M. Pero es radicalmente opuesta a la versión del testigo que sitúa a Miguel en torno a la 1.30 de la madrugada.

A la espera de resultados en el vertedero donde se busca el cadáver, el juez mantiene en prisión a tres implicados y al cuarto en un centro para menores.