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Un juez sostiene que Cajasol debe renunciar a su nombre

Una sentencia estima "riesgo de confusión" con Caja del Sol, de Unicaja

Lourdes Lucio

Unos 22 millones de euros gastaron las fusionadas cajas sevillanas El Monte y San Fernando para lanzar al mercado y cambiar el nombre de sus oficinas por el de Cajasol. Pues bien, ahora un juez le obliga a "cesar en cualquier forma de utilización del término Cajasol" por constituir una "infracción del derecho marcario" en favor de Unicaja, que utiliza el sobrenombre de Caja del Sol.

La sentencia del magistrado del juzgado de lo Mercantil número 14 de Granada, Blas González Navarro, del 9 de diciembre pasado, declara la nulidad del nombre comercial Cajasol y además de otras marcas con Viajes Cajasol, Instituto de Estudios Jurídicos y Empresariales Cajasol, Fórmula Joven Cajasol, Cajasol Revista del Cajasol de Baloncesto, Fresón de Oro Cajasol, Nara naja de Oro Cajasol y La Garba de Oro Cajasol, entre otras.

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El fallo no es firme. Cajasol va a apelar ante la Audiencia Provincial de Granada. El juez obliga a la entidad con sede en Sevilla a no utilizar esa marca comercial "en el tráfico económico, documento mercantil o de negocio, internet o en cualquier soporte o medio; a la retirada de cuantos materiales contengan el término indicando en relación con los servicios financieros y bancarios (...); a abstenerse en el futuro de registrar cualquier signo distintivo o nombre de dominio o constituir una sociedad con la denominación Cajasol".

¿Podían las dos cajas hermanas andaluzas haber llegado a un pacto? La sentencia dice que no hubo "posibilidad de acuerdo".El juez de Granada da la razón a Unicaja en sus planteamientos aunque no en todos. Este procedimiento lo inició Cajasol el 28 de diciembre de 2008 pidiendo la declaración de caducidad de la marca Caja del Sol "como consecuencia del uso vergonzante y ficticio del que ha sido objeto" por parte de Unicaja en los últimos cinco años. Su argumento principal era que hay una preponderancia absoluta del uso de la marca Unicaja.

El fallo dice que "no puede aceptarse la tesis sobre la caducidad de la marca, por más que la cuestión sea jurídicamente dudosa". Y añade: "No puedo aceptar que el uso reiterado durante años y en los documentos bancarios que usan los clientes de Unicaja deba ser considerado sin más como irrelevante por el hecho de que Caja del Sol se usa junto a Unicaja", dice la sentencia. El magistrado dice que la marca Caja del Sol, que Unicaja utiliza en eventos deportivos, documentos bancarios y en folletos publicitarios "sí tiene autonomía distintiva (...) permitiendo al cliente razonablemente atento y perspicaz, establecer una ligazón" entre los servicios que recibe de la entidad financiera "y el signo que la califica como la caja del sol". Según el juez, este sobrenombre "complementa el valor que se quiere proyectar a la clientela y al mercado" y su uso no es "ineficaz". El magistrado hace notar que cuando se registró el nombre comercial de Cajasol los periódicos recogieron la "coincidencia" con la denominación Caja del Sol patentada por Unicaja.

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"No cabe negar la existencia de un grave riesgo de confusión (...) por parte del consumidor medio", agrega. El juez incluso se adentra en el análisis de las fusiones entre las cajas. "El entorno actual de fusiones, ordinarias y frías, entre las entidades financieras nacionales y, específicamente las andaluzas, favorece las opiniones que, ante la gran similitud de los dos signos en conflictos, pueden ver tras ello la existencia de alianzas estratégicas".

El juez González Navarro también desestima el otro argumento esgrimido por Cajasol. La entidad que preside Antonio Pulido sostuvo que Unicaja, presidida por Braulio Medel, "carece de interés legítimo para atacar la concesión del nombre comercial Cajasol, pues no se opuso a ello y provocó inexorablemente esa decisión, no pudiendo ahora ir en contra de sus propios actos".

El nombre comercial de Cajasol fue solicitado por la agencia publicitaria GBD el 4 de mayo de 2006, meses antes de la fusión de El Monte y San Fernando, a lo que Unicaja no se opuso, aunque GBD la cedió después a la Caja San Fernando. Unicaja presentó entonces un recurso contencioso-administrativo contra el acuerdo de concesión del nombre comercial, del que desistió posteriormente al plantear Cajasol la demanda por "caducidad" del apellido Caja del Sol.

El que se haya llegado a esta situación, sin intentar un acuerdo previo entre las cajas, da una idea de las tensiones entre ambos equipos directivos y singularmente entre sus presidentes. Ambos apalabraron en el mes de julio estudiar su fusión que ha quedado en nada, después de que Cajasol haya optado por una fusión fría con Banca Cívica.

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