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Reportaje:

"La literatura no se aprende, se descubre"

La novelista Ana María Matute se reúne con400 estudiantes en la Feria del Libro granadina

La novelista Ana María Matute (Barcelona, 1926) participó ayer en la Feria del Libro de Granada en un encuentro con unos 400 estudiantes de bachillerato. Presentada en la sede de Caja Granada como académica de la Lengua y una de las más notables escritoras en español del siglo XX, Matute no tardó en arrancarse la aureola y en convertir el acto en un intercambio de impresiones con los estudiantes, que la entrevistaron y ovacionaron hasta la saciedad.

Lo que más sorprendió a los jóvenes, además de su forma de desenvolverse pese a su edad, fue su condición de mujer, que ha influido de manera notable no sólo en su obra, sino en toda su vida. "Nací mujer en una época muy complicada. Cuando terminé mi primer libro tenía 17 años, así que dependía en todo de mi padre. En aquel tiempo se dependía del padre y después del marido", dijo.

Entonces, cuando la autora de Olvidado rey Gudú narraba las dificultades que había sufrido por su sexo, una joven lanzó dos preguntas. ¿Debería establecerse una cuota en la Real Academia Española donde en la actualidad sólo hay tres mujeres? Matute no lo dudó. "De ninguna manera. No soy partidaria de la paridad. Estoy en contra de toda forma de discriminación. Hay que valorar el mérito de las personas, sin mirar su sexo", sentenció. Entonces, sin dudarlo, la joven lanzó una segunda. ¿Pero existen las mismas oportunidades para hombres que para mujeres en la literatura? Y Matute no titubeó para dejar un rotundo sí, a lo que añadió que afortunadamente.

Entre la sorpresa y la admiración, los jóvenes, que ya habían leído algunos textos de la escritora, siguieron realizando sus preguntas y comentarios. En opinión de Cecilia Morales, estudiante de bachillerato del Instituto Padre Manjón de la capital, "la lectura nos hace libres", por lo que hay que fomentar "reuniones como ésta".

Deseo de libertad

Desde luego que no se equivocó. En opinión de Matute, es el deseo de libertad lo que lleva al escritor a escribir. Después, esa libertad se traduce en decisiones. "Elegí la novela porque es el género que más se adapta a mi forma de expresarme. Sin embargo, siempre he tenido claro que la poesía es la expresión literaria más alta. Por desgracia nunca he escrito un poema, no sé si por respeto", explicó.

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En otro momento de su intervención una estudiante le pidió un consejo cualquiera. "No creo en los consejos, fueron inventados para no cumplirse", confesó. Sin embargo, Matute no dudó en mandar un recado a los profesores que acompañaban a los jóvenes. "No hay que darle a los alumnos la impresión de que la lectura es una obligación. Ése es uno de los grandes errores de la enseñanza hoy en día. La literatura no se enseña ni se aprende, se descubre", afirmó.

Respecto a la manera que tiene de afrontar la escritura, Matute confirmó el pensamiento general de que las ideas son lo fundamental porque "el espíritu es mucho más importante que la materia". Por último, adelantó a los jóvenes un secreto. En octubre presentará una nueva novela, aunque prefirió no hablar de ella porque "los libros son como los amores, cuando se cuentan se estropean".

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