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Dos mandos de la Udyco irán a juicio por quedarse con bienes de registros

El juez archiva la causa contra dos agentes del grupo antimafia malagueño

Fernando J. Pérez

Dos antiguos mandos de la Unidad contra la Droga y el Crimen Organizado (Udyco) del Cuerpo Nacional de Policía en la provincia de Málaga van a ser juzgados por una serie de supuestos delitos entre los que figuran apropiarse de bienes intervenidos en registros policiales o falsificar informes para justificar la detención de narcotraficantes. Julián Cabrero, magistrado de refuerzo en el Juzgado de Instrucción número 5 de Marbella, considera que existen "indicios suficientes" de que el jefe de la Udyco de Marbella, Carlos Farré, y su superior, Alfredo Marijuán, participaron en los hechos delictivos destapados por una investigación de la unidad de Asuntos Internos de la policía. Por el contrario, el juez instructor archiva provisionalmente la causa abierta a otros dos agentes, Isaac Pacheco y Eusebio Vázquez.

Uno de los policías falsificó un análisis de droga para arrestar a dos narcos

El hecho más grave de cuantos relata el auto sucedió en septiembre de 2005. Según el escrito, Farré, con conocimiento de Marijuán, detuvo al narcotraficante italiano Ottone Ischia, sobre el que pesaba una orden de detención de la Audiencia Nacional. Ambos mandos antimafia decidieron dejarlo en libertad porque era uno de sus confidentes.

A cambio de ese favor, Farré acuerda con Ischia tender una celada a dos narcos magrebíes: Ischia les vendería un kilo de cocaína a cambio de 30.000 euros, y la policía atraparía a los compradores tras el intercambio. La transacción se produjo en el vestíbulo de un hotel de Marbella el 21 de septiembre de 2005. Ischia recibió el dinero y se fue del establecimiento por el garaje mientras la Udyco arrestaba a los magrebíes. Sin embargo, el paquete no contenía droga, sino otra sustancia. Pese a ello, Farré hizo constar en el atestado que el cocatest, el análisis de urgencia del polvo blanco intervenido, daba positivo. El juzgado instructor de ese caso, tras mandar a prisión a los detenidos, ordenó un nuevo pesado y análisis de la sustancia, que resultó no ser droga. Los compradores fueron puestos en libertad el 14 de noviembre. Por este hecho, Farré está imputado por detención ilegal, falsedad en documento público, malversación de caudales públicos -los 30.000 euros que se llevó Ischia tienen esa consideración al tratarse de un efecto del delito- y encubrimiento, delito que comparte con Marijuán.

Según el escrito, en julio de 2007, Farré se apoderó de un maletín Louis Vuitton intervenido en un registro a un chalé de Coín y se lo llevó a su casa "con ánimo de retenerlo". El neceser, valorado en 1.200 euros, fue hallado durante el registro que Asuntos Internos realizó en el domicilio del inspector en marzo de 2008.

No es el único caudal público que se sospecha que se quedó Farré: en mayo de 2004, el traficante argelino Sophian Ambli perdió un reloj Audemars Piaget al forcejear con un policía para evitar su detención. Este agente, que recogió el reloj de lujo del suelo, recibió por error un disparo de un compañero durante la acción. Antes de entrar en el quirófano, el policía herido entregó el reloj a ese compañero quien, a su vez, se lo dio a Farré. Según el auto, el mando policial "lo guardó para sí sin mencionarlo en el atestado policial". En octubre de 2004, después de que el abogado de Ambli reclamara insistentemente el cronógrafo, Farré remitió dos escritos a sendos juzgados en los que aseguraba que el reloj había sido encontrado en el registro del BMW del narco argelino. Según el juez Cabrero, en este hecho, a la malversación de caudales se suma un delito continuado de falsedad en documento público.

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En el caso de Marijuán, se le acusa de apropiarse, con la complicidad de Farré, de un televisor de 42 pulgadas valorado en 1.100 euros e intervenido en un registro. El agente lo tuvo en su casa 45 días hasta que su dueña lo reclamó a través de su abogado. También se le acusa de tenencia ilícita de armas por guardar en su despacho una pistola semiautomática carente de numeración.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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