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La mano derecha del alcalde de El Ejido se impone en la crisis del PP de Almería

El número de vicepresidentes de la Diputación se reduce a cinco por la renuncia de tres

La monumental bronca que ha vivido el PP de Almería esta semana se ha saldado con la victoria de las tesis del presidente de la Diputación, José Añez, mano derecha del alcalde de El Ejido, Juan Enciso. La pugna que ha mantenido Enciso con la dirección provincial del PP se cerró ayer con un pacto, bendecido por la cúpula regional, que liquida el acuerdo previo sellado en Madrid. Añez, concejal de El Ejido, ha logrado imponer el nombre de los tres vicepresidentes primeros en la Diputación. De las ocho vicepresidencias previstas, finalmente sólo habrá cinco por la renuncia de tres diputados a ocuparlas.

La crisis que ha vivido el PP almeriense en las últimas semanas tiene su origen en el reparto de poder en la provincia, que se plasma en la Diputación, la única que gobiernan los populares en Andalucía. El relevo del presidente provincial del PP, Luis Rogelio Rodríguez Comendador, actual alcalde de Almería, al frente de la Diputación abrió una carrera interna por el control de la institución.

El primer paso lo dio Enciso, tras las elecciones del 25 de mayo, al imponer a Añez como presidente de la Diputación, en la que el PP tiene 14 diputados. Añez había sido su hombre de confianza en El Ejido en el último mandato, donde era primer teniente de alcalde. Enciso, que arrasó en las últimas elecciones locales en El Ejido (el 66% de los votos), viene reclamando una mayor cuota de poder en virtud del peso que tiene su municipio en el conjunto de la provincia.

Lo cierto es que los votos de El Ejido son básicos para el control de la Diputación y ahí ha sido donde Enciso ha jugado sus bazas para ganar poder. Tras imponer a Añez como presidente de la Diputación, el conflicto se abrió por la configuración del equipo de gobierno y, por tanto, de las cuotas que se daba a cada ayuntamiento.

Añez ha reclamado manos libres para formar este equipo, pero la dirección provincial exigía que hubiese un equilibrio territorial en el gobierno supramunicipal, toda vez que hay municipios importantes como Almería capital y Roquetas de Mar que también son fundamentales para gobernar la Diputación.

Para zanjar la incipiente crisis, se celebró una reunión en Madrid en la que estuvieron el portavoz nacional del PP, Rafael Hernando; el secretario regional, Antonio Sanz; Rodríguez Comendador; Añez y Enciso. En esta cita se acordó que la Diputación tendría ocho vicepresidentes para hacer frente a las distintas aspiraciones y que la vicepresidencia segunda la ocuparía la concejal de Roquetas de Mar, municipio en el que el PP también tiene una amplia mayoría, Ana Toro.

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Con este pacto el PP consideraba cerrada la lucha interna, pero de vuelta a Almería, Añez anunció un equipo de gobierno que, en opinión de la dirección provincial, la regional y la nacional, vulneraba el acuerdo, ya que Ana Toro quedó relegada a ocupar la vicepresidencia cuarta. Como consecuencia de este incumplimiento, cinco de los ocho vicepresidentes hicieron pública su dimisión.

Fue en este momento cuando Hernando acusó a Añez de haber incumplido el pacto, a lo que Enciso replicó tildando de "terrorista político" al portavoz nacional del PP, que es diputado por Almería. Este terremoto interno obligó al secretario general del PP, Javier Arenas, a enviar a Almería el pasado jueves a Antonio Sanz, que desde el viernes ha intentado apaciguar los ánimos y buscar puntos de encuentro.

A lo largo del sábado, todas las partes implicadas mantuvieron conversaciones telefónicas, con Sanz de mediador, y finalmente se llegó a un nuevo acuerdo cerca de la medianoche. El acuerdo pasa por el mantenimiento de los tres vicepresidentes primeros que ya había designado Añez (Enrique Arance, Ginés Martínez Balastegui y Manuel Alías) y la marginación de Ana Toro, que por decisión del alcalde de Roquetas, Gabriel Amat, será una diputada de a pie y centrará su tarea en el ayuntamiento roquetero.

De momento, el acuerdo ha supuesto que las vicepresidencias pasen de ocho a cinco por la renuncia de tres de los afectados (Ana Toro, María Muñiz y Francisco Amizián). Aunque de puertas para afuera, tanto el PP andaluz como el almeriense manifestaron su satisfacción por el acuerdo final, lo cierto es que entre dirigentes populares de Almería se tiene la sensación de que se ha cedido a las pretensiones de Enciso y Añez. En cualquier caso, desde la dirección provincial del PP se destacó que "el acuerdo era necesario" y que se va a trabajar para "cicatrizar" la herida abierta.

José Añez, durante la toma de posesión de su cargo de presidente de la Diputación.
José Añez, durante la toma de posesión de su cargo de presidente de la Diputación.FRANCISCO BONILLA

Roquetas, la gran perdedora

La renuncia de Ana Toro a tener cartera propia en la Diputación de Almería por decisión del alcalde de Roquetas de Mar, Gabriel Amat, deja a este municipio huérfano de poder en el palacio provincial. En las conversaciones de este fin de semana con la dirección regional y la provincial, Añez ha alegado falta de confianza en la diputada Toro para justificar la ruptura del pacto de Madrid y los 12.995 votos de Amat en las últimas elecciones (17 ediles de un total de 25) no se han medido con el mismo rasero que los de Enciso (15.213) a la hora de configurar el equipo de gobierno de la institución.

En el duro proceso negociador, el presidente de la Diputación almeriense exigió, además, que los cinco diputados dimisionarios se retractaran públicamente de su actitud, extremo al que se negaron en rotundo todos ellos. "Yo decidí no pedir perdón. No tengo por qué pedir perdón. Quien debe pedir perdón al PP de Almería y a todos sus militantes, además de a Rafael Hernando y a Luis Rogelio Rodríguez Comendador, es José Añez por dejarse ningunear por Juan Enciso", dijo ayer Toro. Las llamadas a Toro de las mujeres del partido -entre ellas la parlamentaria y alcaldesa de Adra Carmen Crespo y la senadora Mar Agüero- no cesaron durante toda la tarde de ayer. La negativa de Roquetas a formar parte del equipo de gobierno de Añez se traduce, claramente, en la pequeña venganza de Amat para amargar ligeramente la victoria de Añez: "Enciso no ha ganado. Hubiera ganado si todos hubiéramos aceptado. Habría ganado si contara con el apoyo de toda la provincia. Desde luego, el partido pierde más que gana con esta decisión y alguien tendrá que dar explicaciones en Almería", zanjó Toro.

El secretario general del PP andaluz, Antonio Sanz, expresó en un comunicado de tres folios su agradecimiento a las dos partes en liza por su voluntad de diálogo. Asimismo, negó que en los últimos cuatro días de negociación haya habido algún momento de ruptura total.

Sanz lamentó las declaraciones fuera de tono que desde un y otro lado se han realizado y que han contribuido a enturbiar las conversaciones. En el comunicado se indicaba la composición final del Gobieno de la Diputación.

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