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Los médicos residentes se asocian para exigir mejoras en sus condiciones laborales

Los MIR amenazan con ir a la huelga si la administración no atiende sus reivindicaciones

Horarios interminables, bajos salarios, exclusividad formativa... El pasillo para llegar a la especialidad en los hospitales andaluces está lleno de espinas. Para intentar mejorar sus condiciones laborales, los médicos internos residentes (MIR) de Andalucía han crado una asociación desde la que pronto empezarán a plantearle a la Junta sus reivindicaciones. La plataforma cuenta ya con el apoyo del Colegio de Médicos e integra también a los estudiantes de medicina. Los asociados no descartan ir a la huelga si no obtienen de la administración una respuesta positiva.

Un licenciado en Medicina de Andalucía que acaba de aprobar la oposición para ser médico interno residente cobra por sus guardias la mitad de lo que recibe un residente catalán del mismo nivel. En los centros andaluces se paga a los MIR una media de cuatro a siete euros la hora de guardia, dependiendo de la especialidad, mientras que en Cataluña, Madrid o Valencia, el salario medio de un recién licenciado oscila entre los 10 y los 12 euros. Al mes, la diferencia va de los 1.200 a los 2.300 euros. Pero para llegar a la situación en la que hoy se encuentran, los MIR de otras comunidades han luchado juntos por sus derechos.

En Andalucía, han sido los estudiantes los primeros que han decidido alzar la voz. A principios de diciembre, apenas dos meses después de la aprobación de un real decreto que los considera por primera vez personal laboral, los estudiantes sevillanos se movilizaron para protestar por la nueva normativa.

Poco después, se creó la asociación de médicos internos residentes de Andalucía, Amircand, en la que también están integrados los estudiantes. "El decreto deja en manos de las comunidades la gestión de las condiciones laborales, como el salario o los horarios, por lo que se puede producir un desfase entre regiones y un empeoramiento en la calidad del trabajo, puesto que dadas las condiciones de Andalucía, lo lógico es que los mejores expedientes quieran emigrar", explica Charles E. Juvin, vocal en Amircand.

Según el estudiante, el decreto garantiza el descanso de 12 horas tras 24 de trabajo, algo que, en la práctica, no se cumple. "Cuando un médico adjunto le propone a su residente que se quede más horas una vez terminada la guardia, éste se ve obligado a continuar la jornada, llegando a trabajar hasta 32 horas seguidas sin descanso, con el consecuente empeoramiento en la calidad del trabajo", argumenta.

"La decisión no debe hacerse según arbitrio del tutor", propone Daniel Pleguezuelos, miembro también de Amircand, quien recuerda que los MIR llegan a trabajar hasta 58 horas semanales. "El problema afecta, incluso, a su situación legal, pues el seguro de trabajo cubre al residente únicamente en horario laboral y no en el de descanso", afirma un opositor a MIR que prefiere no identificarse. Por último, los residentes se quejan de la exclusividad formativa a la que están obligados. "Un médico debe estar siempre formándose", recuerda Juvin.

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Amircand, que ya ha logrado el apoyo del Colegio de Médicos andaluz, cuenta con unos 500 socios, de los 5.000 residentes que hay en la comunidad.

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