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Una pareja denuncia el supuesto robo en 1977 de dos bebés en Sevilla

Javier Martín-Arroyo

Una pareja de Utrera (Sevilla) denunciará ante la fiscalía la desaparición de sus dos hijas gemelas recién nacidas en 1977 en el Hospital Virgen del Rocío de la capital andaluza. Las sospechas de Juan Gómez y Felisa Sosa sobre la "desaparición" de sus hijas se suma a la creciente oleada de denuncias de familias que, tras tres o cuatro décadas, han llevado a los juzgados la desaparición de sus hijos o hermanos, a los que los hospitales dieron por muertos.

"Me dijeron que estaban muertas desde antes de nacer, pero yo me las sentía mover en la barriga. Al día siguiente del parto me pusieron solo un bebé al lado y corriendo me lo quitaron. El hospital nos dijo que se encargaba del entierro", afirma Sosa. La mujer recuerda la extraña actitud de la ginecóloga que la atendió, que sigue en activo según confirma el hospital. Pero sobre todo resalta que ahora el Libro de Registro del cementerio sevillano señala que solo había enterrado "un feto hembra", mientras que el hospital les había informado de que las dos gemelas murieron antes de nacer.

Sosa asegura que la autopsia reveló que las bebés tragaron líquido amniótico, y que la médica le comentó días después del parto que "esa noche había tenido muchos partos y no recordaba los detalles". Gómez añade que tanto su mujer como su suegra pidieron ver a las niñas sin éxito: "No se las enseñaron argumentando los médicos que lo iban a pasar mal". Su mujer matiza: "En esos años lo que decía un médico era ley".

Otros 308 casos

Es el primer caso de robo de bebés en Sevilla, pero la fiscalía de Cádiz ya ha recibido 14 denuncias, Algeciras otras 13, Málaga cuatro y Granada una. Esta última denuncia desde Utrera será incluida en una denuncia conjunta que presentará el abogado valenciano Enrique Vila el próximo 27 de enero ante la Fiscalía General del Estado. Esta denuncia que presentará la Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir) incluye 308 casos, aunque el goteo de nuevas desapariciones en los años 60 y 70 es constante.

Felisa Sosa tenía 20 años en 1977. Desde entonces ha sospechado que la defunción de sus hijas fue un montaje. Ahora la fiscalía intentará dilucidar si es cierto.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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