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Reportaje:

Una perla de Sierra Morena

Aldeaquemada (Jaén) acoge una espectacular cascada y pinturas rupestres

Ginés Donaire
Dos jóvenes, en una casa rural de la zona de Aldeaquemada.
Dos jóvenes, en una casa rural de la zona de Aldeaquemada.JOSÉ MANUEL PEDROSA

A la entrada de Andalucía por la autovía de la N-IV, antes de atravesar el macizo de Despeñaperros, una intersección invita al viajero a adentrarse en el pequeño municipio de Aldeaquemada, antiguo cruce de caminos y paso natural entre la Meseta castellano-manchega y las tierras altas de Andalucía. Su fundación está ligada al proceso de colonización de Sierra Morena emprendido por Carlos III a finales del siglo XVIII. Colonos alemanes, italianos, suizos y catalanes fueron los primeros habitantes de este municipio, considerado como la perla urbanística de Sierra Morena por las innovaciones introducidas en las estructuras de sus calles en ejes transversales que la dividen en cuadriculas y por la conservación de su trazado original.

Pero el encanto de esta pequeña localidad, a caballo entre el parque natural de Despeñaperros y Sierra Morena, va mucho más allá de su casco urbano. Si por algo es conocida Aldeaquemada es por el paraje natural de La Cimbarra, una espectacular cascada de agua de unos 40 metros de altura que se encuentra a unos dos kilómetros del pueblo en dirección sur. En un paisaje presidido por jaras y encinas, un barranco adornado por escarpados farallones de roca sorprende al viajero. Con las lluvias de la última primavera, la cascada presenta una gran intensidad y el rugido de sus aguas se puede oír desde varios kilómetros.

El camino de acceso a este paraje natural es una invitación para los amantes de la naturaleza, con un río poblado de barbos y cangrejos. Muy cerca de allí está el Cimbarrillo, otra cascada de agua con lecho de arena y una fuentecilla donde apagar la sed. Aldeaquemada es también un paraíso para los aficionados al turismo cinegético. Su fauna es abundante y, en algunos casos, única, y son numerosos los cotos de caza, las monterías, batidas, descastes y ganchos que se organizan, debido a la presencia de ciervos, jabalíes, gamos e incluso cabra montés.

Otro de los atractivos de este rincón privilegiado de Sierra Morena son sus cuevas de arte rupestre, manifestaciones pictóricas que nuestros antepasados dejaron sobre las paredes de numerosas covachas y abrigos pétreos de nuestras sierras, en tiempos prehistóricos (en esta comarca, desde el Neolítico, hasta la Edad del Bronce). En Aldeaquemada existen una veintena de pinturas rupestres, de estilo esquemático y levantino, repartidas por farallones y abrigos rocosos del termino municipal. Tanto es así que la Unesco acordó en 1998 incluirlas dentro de la declaración como Patrimonio de la Humanidad para el Arte Rupestre Levantino del Arco Mediterráneo. Los abrigos más representativos, sobre los que se han elaborado unas rutas señalizadas (es preciso solicitar el permiso necesario al Ayuntamiento) son los de la Tabla de Pochico, los Poyos de La Cimbarra, Cimbarrillo del Prado de Reches, Cueva de la Mina, Garganta de la Hoz, Prado del Azogue y Cueva de Los Arcos.

Sierra Morena

- Sierra de Cardeña y Montoro. En el extremo de la comarca cordobesa de los Pedroches, este parque natural destaca por su relieve alomado y suaves pendientes.

- Parque Natural de Grazalema. Declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco y uno de los lugares del país con una mayor pluviometría.

- Alpujarras granadinas. Pueblos como Pampaneira, Capileira o Bubión justifican la declaración de estas sierras como Reserva de la Biosfera por la Unesco.

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