El rincón de las mil y una noches
Descansa sólo siete horas al día. Tiempo suficiente para darse un buen lavado de cara después de una noche ajetreada y preparar la cafetera, tostadas y bollería para el desayuno. El chiringuito Maui Beach, en Mojácar (Almería), es una pequeña isla, un refugio en el que permanecer casi toda la jornada. Durante 17 horas al día ofrece todo tipo de servicios a su clientela y lo lleva haciendo 13 años consecutivos. Maui Beach se ha adaptado a la perfección al ambiente de Mojácar, un municipio del levante donde la fiesta es permanente y uno de los principales reclamos turísticos de la provincia. Abre sus puertas a las diez de la mañana y en su parte de playa, en El Cantal, despliega una atractiva decoración caribeña. El olor a pescaíto frito es el reclamo para que los bañistas dejen sus hamacas y sucumban al placer del almuerzo entre ventiladores y gigantes abanicos mecánicos de mimbre. Parrilladas, gallo Pedro, gambón de Garrucha y la lubina dorada son los más demandados por la clientela. Postre, café y mojito. A las cinco de la tarde, comienza a sonar la música y el restaurante hace hueco a una pista de baile en la que no se descansará hasta las diez de la noche. En temporada alta Maui Beach cuenta con conocidos dj?s para animar a la clientela a base de house, música latina o de los ochenta. Los recovecos del chiringuito son múltiples: se puede estar solo, en pareja, en grupo, sentado en hamacas, sillas colgantes, taburetes, sillones... Por la noche el local se vuelve a transformar. Cesa la música y se sirve la cena con una cuidada iluminación. Dos horas más tarde, regresan los dj?s y las copas hasta las tres de la madrugada. "Nos interesa el buen ambiente y la variedad de público. Aquí vienen familias, grupos de amigos, gente joven, de todo", dice Kiko, su propietario desde hace ocho años. El pasado viernes Maui Beach celebró su 13º aniversario y la fiesta fue de las que no se olvidará este verano.
