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Entrevista:FRANCISCO TOSCANO | Presidente de la Federación Andaluza de Municipios (FAMP)

"En los salarios municipales hay unos desajustes tremendos"

Lleva 27 años de alcalde de Dos Hermanas (Sevilla) y seis de presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), aunque antes era el vicepresidente. Francisco Toscano, abogado, de 60 años, quiere poner orden a los salarios de los ayuntamientos, donde ha detectado "desajustes tremendos". Defiende el servicio eficaz de la administración pública y abomina de la proliferación de la empresas y sociedad municipales.

Pregunta. Ha dicho que estamos ante un momento crucial para regular las retribuciones del ámbito local. Que la crisis ofrece una oportunidad única.

Respuesta. El Estado tiene tres patas: la nacional, la autonómica y la local. La estructura salarial del Estado ha seguido una línea, imitada por las autonomías Pero si se analizan los 8.112 ayuntamientos españoles y las más de 50 diputaciones, vemos que hay unos desajustes tremendos de salarios entre nosotros mismos y en comparación con las autonomías y el Estado, desajustes que chirrían en estos momentos de crisis.

"Hay cargos públicos eficaces sin necesidad de sueldos muy altos"
"Las dietas de los alcaldes por asistir a consejos no deberían cobrarse"
"En estos años se ha abusado de la creación de empresas públicas"
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"Las diputaciones deberían ser empresas de servicio de los municipios"
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Los acaldes ponen límites a los sueldos

P. ¿Y qué plantea?

R. Tomar como analogía los sueldos autonómicos y establecer unos criterios salariales recomendando topes. Que el máximo del sueldo de los alcaldes de las ciudades de más de 500.000 habitantes (Sevilla y Málaga) y las ocho diputaciones sea el de un consejero; el resto de capitales, que son seis, con más de 100.000 habitantes, el del viceconsejero; el tramo de más 50.000 y menos de 100.000, el del director general; el de los municipios de entre 20.000 y 50.000, el de un delegado, y el de menos de 20.000, que no hay que olvidar que es donde están la mayoría de los municipios, en función de la dedicación.

P. Lo había planteado antes, pero nunca se ha hecho.

R. Antes de todo este embrollo ya habíamos hecho estas reflexiones. No son a bote pronto. Algunos alcaldes apuntaron que las dificultades podrían venir no tanto de los políticos como de los directivos de empresas municipales. La leyenda de que las personas capaces tienen que estar muy bien retribuidas no es cierta, hay gente muy buena en todos los sitios con sueldos dignos que no tienen por qué ser desorbitados. Eso se ha utilizado en el sector de la empresa pública para disparar salarios.

P. El común de los salarios de la privada no es que sea un escándalo.

R. Tendríamos que estar en el mundo, parece que las empresas privadas están por ahí llena de sueldos astronómicos y son muy poquitas. Hay servidores públicos magníficos que los podemos echar a pelear en eficacia y preparación. Y si luego el resultado es que hay un ejercicio económico que se cierra mejor, con menos deudas, y la población está satisfecha con los servicios, ¿dónde está la justificación de ese tipo de retribuciones?

P. Pero una cosa son los sueldos y otra bajarlos por la crisis.

R. Para aplicar los recortes hay que regular los sueldos. Porque, ¿qué se entiende por alto cargo?, ¿a los sueldos normalitos de alcaldes se le aplica el alto cargo?, ¿a uno que tenga 1.100 euros se le dice tú eres alto cargo y te bajo el 15%? No es justo para el que lleve años siguiendo una política prudente y austera. Pasa en todos los niveles. ¿Los presidentes autonómicos que tiene poco más de 80.000 euros se van rebajar el mismo 15% que los presidentes de Madrid y Cataluña, que superan los 140.000 euros? Se lo tendrán que aplicar si se consuma locura de hacerlo todo por igual, porque prudentemente no dirán nada, pero no tiene sentido, y esto la gente lo entiende.

P. ¿Cómo se corregiría eso?

R. Debería de haber tablas progresivas como las del IRPF: una parte exenta, una parte que grave un pequeño porcentaje, otra parte más, y que vaya subiendo.

P. ¿El descontrol de sociedades públicas y sueldos astronómicos es consecuencia de los años de burbuja inmobiliaria?

R. En época de bonanza el dinero pierde valor. Otro factor es la costumbre muy en boga de magnificar lo privado y, por tanto, el mundo mercantil. Ha habido una fiebre de creer que el mundo privado y mercantil es el modelo a seguir. La administración tiene que hacer valer mucho más sus propios medios de servicio público y no recurrir tanto a la empresa. Es casi una incapacidad. No tiene que decir: creo una empresa pública para resolver el problema de la vivienda o para recoger la basura. No creo en ese modelo, del que se ha abusado, se puede hacer desde la propia estructura pública. Lo que pasa es que es más cómodo crear unas empresas en paralelo, lo han hecho ayuntamientos de todos los signos.

P. Un ejemplo.

R. Las gerencias de urbanismo, unas macroestructuras que han hecho ayuntamientos de todos los signos, hasta el punto de que si un ayuntamiento medianito no la tiene le entra una especie de complejo. Y al final llega lo peor, mientras el urbanismo era bueno esa gerencia creía que esos fondos eran suyos, no compartían los fondos con la totalidad de la casa y, por tanto, se permitía que el que pertenecía a ese cuerpo tuviera un nivel salarial mayor porque decían que los ingresos eran de ellos.

P. No solamente son los sueldos, ¿hay plantillas hinchadas?

R. El trasfondo de lo que ocurre ahora mismo en la administración local está en el conjunto del coste del capítulo uno, de su plantilla. Por eso hablaba de tablas progresivas. Se tiene que establecer topes máximos por niveles, el que supere los topes máximos, aparte de que le hagan un descuento mayor, que lo congelen de por vida, y con el tiempo se armonizará. Es normal que haya desajuste, pero no que cerremos los ojos. Es el momento de reequilibrar las haciendas locales.

P. Creo que la plantilla de Marbella es el doble de la de Dos Hermanas.

R. Salvo en verano tenemos poblaciones muy similares, pero la de Marbella es algo más de doble que la de Dos Hermanas. Con ser grave, lo grave es que el presupuesto de personal es cuatro veces mayor. Tú no puede estar pidiendo al papá Estado o al papá autonómico millones, tienes que ajustar tu situación. De acuerdo, Marbella tiene más nivel de vida y más ingresos, no nos podemos comparar, pero la diferencia que muy grande.

P. ¿Cómo se explica la diferencia de sueldo de funcionarios y empleados?

R. El Estado ha intentando mantener la estructura salarial de los funcionarios y laborales. Hay unas retribuciones básicas que son iguales para todos, desde un juez a un funcionario. Pero están las retribuciones complementarias y la productividad, que lo regula cada administración y se ha ido desbordando. Esas retribuciones han sido objeto de negociación, primero en los laborales, y luego en los funcionarios. Eso es lo que ha producido ese desajuste. Así se explica que un secretario de un ayuntamiento cobre mucho y otro lo normal, igual que las policías, etcétera.

P. ¿Qué pasa con las dietas? Hay alcaldes que no tienen sueldos altos pero cobran por asistir a los consejos de administración de las empresas municipales.

R. Habría que recomendar que las dietas que sean derivadas de consejos de tu propio municipio, que son como un negociado tuyo, no se cobren.

P. Muchas de las críticas van directamente a las diputaciones.

R. Lo importante de las diputaciones no es convertirlas en el ayuntamiento de los ayuntamientos, como ellas dicen, sino en la gran empresa pública de administración al servicio de todos los ayuntamientos, y eliminar el boato histórico que tuvieron cuando no existían las autonomías, cuando salían a la calle en desfiles, que todavía quedan (hacen normalmente plenos que parecen que están en Estrasburgo). Que todo eso se quite y se convierta en empresa de servicio.

Francisco Toscano, en un momento de la entrevista, en la sede de la FAMP.
Francisco Toscano, en un momento de la entrevista, en la sede de la FAMP.GARCÍA CORDERO

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