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Los sondeos no calan en el PSOE

Los socialistas reaccionan con indiferencia ante las encuestas adversas - Griñán opta por un discurso plano y sin aristas en su estreno en el Día de Andalucía

Lourdes Lucio

Como quien oye llover, a los socialistas las encuestas les están causando el mismo efecto. Reaccionan sin inmutarse, con frialdad, con cierta indiferencia. Otra más, dicen. Ayer no cayó otra más, sino tres más y las tres con la misma conclusión: hay una tendencia a la baja del PSOE y un avance espectacular del Partido Popular en intención de voto. A las publicadas ayer por tres medios -entre ellas la de Metroscopia para EL PAÍS, que da a los populares 2,3 puntos de ventaja sobre el PSOE- hay que sumar otras cinco que apuntan en la misma dirección. La que José Antonio Griñán tiene en su mesa, de 3.500 entrevistas, realizada en enero, vaticina su victoria de celebrarse ahora elecciones autonómicas, pero el viento va en la misma dirección. Según este sondeo, encargado por el PSOE andaluz, hay ocho escaños en juego en Sevilla, Jaén, Cádiz y Huelva.

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Griñán destacó ayer los aspectos cualitativos de las encuestas en las que, a su entender, su partido genera más confianza que el PP.

En su primer discurso con motivo del 28 de febrero, Griñán decepcionó al auditorio, donde algunos confiaban escuchar un discurso más arriesgado, con un fuerte contenido político y con mayor contundencia respecto al rumbo a seguir para frenar la sangría del paro. El presidente andaluz dedicó, cuando ya llevaba un buen rato hablando, una pequeña parte de su mensaje al desempleo -"nuestro objetivo más inmediato es ayudar a los que peor lo están pasando", dijo-, pero a algunos (socialistas) les pasó como lo que le ocurre ya al PSOE con las encuestas: como quien oye llover.

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Según fuentes del Gobierno andaluz, el presidente de la Junta tenía decido desde hace días hacer una intervención "muy institucional", sin aristas, "bonita". También llamó la atención que durante su intervención no se refiriera a todos los que le precedieron en el cargo, cuando ayer se cumplieron 30 años del referéndum del acceso al autogobierno por la vía rápida. Tan sólo citó a Rafael Escuredo, pero ni al presidente preautonómico, ya fallecido, Plácido Fernández-Viagas, ni a José Rodríguez de la Borbolla ni a Manuel Chaves, su mentor político y quien ha estado presidiendo el Gobierno andaluz en los últimos 19 años menos 10 meses. Los tres estaban sentados ayer en el patio de butacas del Teatro de la Maestranza donde se entregaron las distinciones y las medallas de Andalucía. Un acto en el que no estuvo el jefe de la oposición, Javier Arenas. El PP estuvo representado por un miembro de la Mesa del Parlamento, Patricia del Pozo, y por el diputado y alcalde de Tomares, José Luis Sanz, quien siguió el acto en el espacio reservado a los periodistas.

Frente al discurso romo de Griñán, la presidenta del Parlamento, Fuensanta Coves, optó desde la primera frase en aludir a la situación de crisis económica y a los desempleados. "No es momento de alegrías, sí de compromiso". Coves, cuyas palabras fueron muy criticadas por la oposición, defendió el valor del acuerdo en el Parlamento para salir de la crisis. "Desde las legítimas posiciones iniciales, es más sensato buscar los caminos del acuerdo que los de la división".

José Antonio Griñán y Fuensanta Coves, ayer, tras el acto institucional celebrado en el Parlamento.
José Antonio Griñán y Fuensanta Coves, ayer, tras el acto institucional celebrado en el Parlamento.GARCÍA CORDERO

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