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Reportaje:

"No teníamos que llorar"

Pauline Talens-Péri recuerda en Almería una vida marcada por la Guerra Civil

Pauline Talens-Péri fue hasta hace una década Pauline Péri. A secas. Impulsora de una asociación por la memoria en Francia, esta niña de la guerra recuperó su propia memoria con el nuevo milenio cuando, con los 60 más que cumplidos, ganó un apellido, el de su padre natural. De Vicente Talens Inglá, gobernador civil de Almería en plena Guerra Civil, poco o nada supo su hija hasta el fallecimiento de su madre, Pauline Taurinya.

La madre de Pauline fue mujer y oficial de enlace del líder comunista André Marty, quien se labró el sobrenombre del carnicero de Albacete por los numerosos fusilamientos que ordenó durante su etapa al frente de las Brigadas Internacionales.

"Mi madre le abandonó por Talens. Había sido espía de Marty, así que no hablaba mucho. Nunca dijo nada de Almería, ni de mi padre". Pero sus pocos recuerdos los descubrió en una caja que su madre ocultó a lo largo de seis décadas. Contenía no más de seis fotografías y varias postales remitidas desde la Modelo de Valencia, donde Talens fue encarcelado en su intento de reunirse con su pareja y su hija, en el exilio desde marzo de 1938.

Su padre fue un comunista que salvó la vida a decenas de franquistas

"Hasta entonces no tenía ninguna información", apunta sobre el descubrimiento que le permitió completar el complejo rompecabezas de su vida. "Fui una niña de la guerra nacida de una peculiar historia de amor", dice, emocionada, en Almería, ciudad en la que nació en octubre de 1937. No había vuelto desde que tuvo que huir de ella seis meses después de nacer, cuando expiró el mandato de Talens. Huyó, así, de la Guerra Civil y se topó de bruces con la II Guerra Mundial. "A la gente de mi generación nos decían que no teníamos que llorar, porque habíamos sobrevivido y ese no era el plan".

Con dos años vivió en primera persona, junto a su madre, su abuela y su tía, la conversión del campo de Rieucros (Francia) en un centro de internamiento de mujeres. Por él pasaron desde octubre de 1939 cientos de republicanas, activistas antifascistas en general, gitanas y judías. No había celebrado su quinto cumpleaños cuando los franquistas fusilaron a Talens en Paterna (Valencia), y los nazis hicieron lo propio con su tío y padre adoptivo, el diputado comunista galo Gabriel Péri.

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Pauline ayer escribió un capítulo más en esta trayectoria, la del retorno a sus orígenes donde, a iniciativa del Instituto de Estudios Almerienses y del historiador Antonio Ramírez, participó en una mesa redonda en la que rescató de la desmemoria a su padre, un comunista que salvó la vida a decenas de franquistas y cuyo principal legado fue su impulso a los refugios subterráneos construidos en Almería durante la guerra.

A la pregunta de si intentará recuperar sus restos de la fosa común de Paterna en la que fue enterrado, responde sin titubeos que no. "Es por mi filosofía oriental", afirma, entre risas, esta mujer hecha a tirar de humor para encarar las adversidades de su vida.

Pauline Talens-Péri, ayer en los refugios subterráneos construidos en Almería durante la Guerra Civil.
Pauline Talens-Péri, ayer en los refugios subterráneos construidos en Almería durante la Guerra Civil.Francisco Bonilla

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