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Reportaje:ARTE | Fotografía

Furgoneta fotográfica

La cámara oscura es un aparato óptico cuya historia se remonta a la Antigüedad. Aristóteles construyó uno de estos artefactos para comprobar sus teorías sobre la luz. Leonardo da Vinci también utilizó este instrumento en su labor como dibujante. La cámara oscura consiste en una caja cerrada y opaca con un orificio en su parte anterior por donde entra la luz, que reproduce dentro de la caja una imagen invertida de la escena situada ante ella. La cámara oscura está en el inicio de un proceso técnico cuyo colofón fue la fotografía actual.

Cuando se habla de cámara oscura surge el nombre de Ilan Wolff, un fotógrafo israelí nacido en 1955 en Nahariya. Wolff se encuentra a sus anchas en Andalucía. Le gusta el paisaje y el contacto con la gente de un territorio que ve como un crisol de culturas. El fotógrafo israelí se movía a sus anchas hace unos días en una gélida tarde del invierno sevillano en La Carbonería, un local donde promesas de la música y el flamenco se dan a conocer.

Wolff está centrado en un proyecto sobre Andalucía. "Estoy trabajando acerca de los monumentos de Andalucía. Es un proyecto creado por el Centro Andaluz de la Fotografía [organismo dependiente de la Consejería de Cultura] para que yo lo cubra en mi condición de extranjero. Muestra cómo veo esta tierra, la gente, la cultura, los monumentos… Es una tarea hecha en libertad. Puedo hacer lo que quiero. Me muevo por las ocho provincias. El proyecto será exhibido en una exposición con mi obra fotográfica y un catálogo en 2010. Primero podrá verse en Almería y luego en el resto de España", comenta Wolff.

Además, un documental, Camino in verso (así, con las tres palabras separadas), sigue los pasos del fotógrafo en su trabajo. Camino in verso está producido por Son de Producción, una empresa sevillana. Alberto Rojas Maza y Rodrigo Gómez Reina son los guionistas y directores de este documental, que está en proceso de rodaje y tiene escenarios en Andalucía e Israel.

El fotógrafo inició hace más de 15 años una historia de amor con Andalucía. "En 1992 hice mi primer proyecto para la Expo de Sevilla. Desde entonces he venido varias veces a realizar talleres y presentar exposiciones. Me siento como en casa en Andalucía. Me he creado muy buenas relaciones con la gente", relata Wolff, que presentó sus primeras exposiciones individuales en 1984, en concreto, en Francia y en Bélgica. Luego, sus muestras —individuales y colectivas— han recorrido Estados Unidos, Suiza, Reino Unido, Alemania y Holanda.

"La primera vez que vine a Andalucía, en 1992, en concreto, a Almería, me asombró cómo el paisaje y el clima son similares a los de Israel. También me gustó la reacción de la gente hacia mi forma de trabajar. Me gusta el entusiasmo y la curiosidad de muchas personas hacia mi trabajo fotográfico. Me gusta mucho que en Andalucía la gente te mira a los ojos cuando habla contigo", dice Wolff mientras su mirada se engarfia a los ojos de su interlocutor como si quisiera ver más allá de ellos. "Además, Andalucía representa para mí las tres culturas, las tres religiones monoteístas. Andalucía es un crisol de culturas y yo también lo soy. Nací en Israel. Soy judío y un poco cristiano. Mi familia es de origen alemán…", comenta el fotógrafo.

Su elección de la cámara oscura como campo de trabajo se remonta a sus años de aprendizaje. "Cuando fui a estudiar fotografía en Israel no estaba muy familiarizado con los trabajos fotográficos. Todos los estudiantes venían con sus aparatos maravillosos. Yo fui a clase con la cámara de mi padre, que tenía una Leika rusa de los años treinta y hacía fotos con ella como si fuera un turista. El primer día, el profesor nos pidió que trajéramos al día siguiente una caja de zapatos para enseñarnos a fabricar una cámara oscura. De repente, me di cuenta de que podía hacer fotos con una caja de cartón. No necesitaba una tecnología complicada y cara. Para mí, esto fue magia. Tras tres años de estudios adopté la técnica de la cámara oscura y empecé a desarrollarla".

El fotógrafo asocia su labor con la cámara oscura a toda una filosofía vital. "Quiero enviar un mensaje a la gente con la que trabajo y, especialmente, a la sociedad occidental: que hay magia en la cámara oscura, que no necesitamos mucho para vivir satisfactoriamente, que olvidamos de dónde venimos… Aristóteles y Leonardo da Vinci tenían la técnica y la usaron en su época. Mi idea es usar la misma técnica que ellos, la cámara oscura, pero con un concepto moderno, con un concepto del siglo XXI. Busco combinar las dos cosas: el concepto moderno con la vieja técnica", detalla.

Wolff hace unos agujeros en los laterales de su furgoneta. Su vehículo se convierte, así, en una cámara oscura. La imagen del exterior la va a reflejar en el interior. Aparca, por ejemplo, la furgoneta delante de un obelisco en París y abre el agujero. Dentro de la furgoneta se refleja el monumento parisiense invertido. Wolff interviene dentro de la furgoneta. Se coloca delante del papel de emulsión —situado en uno de los laterales del vehículo, donde se refleja el obelisco— y crea una combinación de imágenes. "Mi furgoneta no sólo es una furgoneta, sino que es también casa, cámara oscura, laboratorio…", concluye Wolff.

Latitudes. Festival de Fotografía de Huelva. Museo de Huelva. Alameda Sundheim, 13. Huelva. Hasta el 31 de marzo. www.latitudes21.es

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