_
_
_
_
_
MÚSICA

Josep Vicent, nueva percusión

El músico alicantino se define como "solista de percusión, director de orquesta y creador de espectáculos", por este orden. Es una interesante definición porque una nueva tipología musical se está imponiendo, la de un espectáculo en el que lo visual, el movimiento, la luz y el control del tiempo no se dejan a la casualidad. Alguien diría que no es nuevo, ahí están los espectáculos de rock, los conciertos performance y las propuestas multimedia. Pero los conciertos de tradición clásica deben garantizar ciertos mínimos como, por ejemplo, la integridad de las obras elegidas y la coherencia de que lo que se vea no sea un postizo añadido sobre los contenidos. Por ello, diseñar nuevas ideas de espectáculo necesita aquí mayor responsabilidad.

Tomemos como ejemplo el concierto que dirigirá Josep Vicent en las escaleras de la catedral de Girona. Se trata del noveno del IV Festival de Músicas Religiosas del Mundo. El propio certamen explora un camino novedoso: la expresión musical de las distintas religiones, un territorio tan vasto que apenas se contiene en los límites de la peripecia de la confección del programa. El concierto que propone Vicent estrena tres obras de otros tantos compositores que han puesto música a tres poetas gerundenses: Jorge Muñiz, a un poema de Miquel Palol; Xavier Alberti, a un poema de Narcis Comadira, y Carles Cases, a un texto de Rosa Font. A estos estrenos, Vicent ha añadido una obra de Xenakis, Idmen, sobre textos de la Teogonía de Hesiodo. El sello de Josep Vicent se percibe en una continuidad del concierto que va más allá de la temática y la homogeneidad de los grupos instrumentales; e incluye enlaces musicales y la búsqueda de una continuidad que ya no es sólo de concepto.

La misma idea va a tener un desarrollo más personal en el concierto con el que Vicent va a clausurar el Festival de Música Contemporánea de Alicante, el próximo 3 de octubre. Allí, en su tierra, y bajo el título de Concert Coreografic, el músico ha diseñado un recorrido que incluye música propia, el estreno de un concierto para piano de Rafael Reina y una segunda parte dedicada al gran minimalista americano Steve Reich que incluye el estreno en España de City Life. ¿De dónde viene el concepto de concierto coreográfico? Según el autor, el concierto: "Tiene un alto contenido escénico intrínseco a las piezas que se interpretan (en algunos casos, enlazadas en un todo indiscernible) y reforzado por los recursos escénicos naturales del ensemble de percusión".

Toda una declaración de intenciones: son las fuerzas de la música elegida, sus posibilidades de visualidad, la evocación de relaciones insospechadas lo que da forma al viejo anhelo de convertir un concierto en algo superior a la suma de sus partes.

Otra vuelta de tuerca de esta concepción la guarda Vicent para el año próximo, con la puesta en escena de una ópera de creación múltiple basada en los desastres de la guerra y centrada en 1714, año de alta significación en Cataluña. Sobre textos de Albert Mestres y música de cinco compositores, Vicent completa el todo con la inclusión de interludios compuestos por él mismo que dan unidad musical y escénica a esta multi-ópera que será representada en el Festival de Perelada y en el Grec.

De la percusión a la direc-ción.

Josep Vicent (1970) representa una de las tendencias más vitales de las últimas décadas. Como percusionista pasó por la JONDE y la Jeunesses Musicales World Orquestra antes de convertirse en miembro de la del Concertgebouw de Amsterdam entre 1992 y 1998. A su regreso a España fundó el Amsterdam Percussion Group y la Orquestra de les Arts, con los que continúa su andadura. Como percusionista, Vicent se relaciona con una fecunda veta en la que destacan los músicos levantinos (que han ampliado su campo de acción desde la tradición de los instrumentos de viento). En esta aventura, Josep Vicent comparte liderazgo en España con grupos como Amores o Neopercusión, todos ellos total o parcialmente oriundos de la Comunidad Valenciana. También comparte con ellos el gusto por reinventar el concierto de percusión, con inclusión de elementos audiovisuales, plásticos o de danza.

Además de ello, Vicent también se inscribe en una tradición reciente: el acceso a la dirección desde la percusión. Como él dice, si antaño los directores salían de las filas de los violinistas y luego de los pianistas, en las últimas décadas, comienzan a alcanzar las más altas cotas de la dirección nombres que vienen de la percusión; el más célebre de todos es, hoy por hoy, sir Simon Rattle, que reina en Europa desde la cima de la Filarmónica de Berlín. En España, además de Vicent, hay nombres como José Luis Temes o Joan Cerveró.

Se da en Vicent una vocación por la renovación del espectáculo musical que le confiere un lugar propio, por ello no renuncia a esa denominación con la que hoy se ofrece al circuito musical, "solista de percusión, director de orquesta y creador de espectáculos". Con el tiempo, lo más probable es que sea la segunda de estas funciones la que predomine y Vicent se convierta en un nombre importante de la dirección de orquesta; pero también es probable que recordemos con nostalgia este momento en el que su inquietud le convierte en una referencia para los que sueñan con la transformación del mundo del concierto.

Música y religión

EL IV FESTIVAL de Músicas Religiosas del Mundo de Girona comenzó el pasado sábado con el Orfeón Donostiarra. La polifonía clásica dio paso a la tradición del norte de la India, con Padit Hariprasad Chaurasia, y ésta al primer canto gregoriano por el especialista Iegor Reznikoff. El pasado miércoles, Hayyí Jalil Bárcena mostró el arte de la recitación coránica dando paso a las polifonías africanas a cargo de The South African Gospel Singers. Hoy se va a escuchar una misa en rito bizantino ucraniano. Mañana domingo, el grupo español Alia Música ofrecerá un recital de canto hispano-judío de los siglos IV al XI. El martes le toca el turno a Othello Ensemble y la música religiosa ibérica del siglo XV. Tras el concierto del jueves, en el que Josep Vicent dirigirá al Conjunto Orquestal de Girona, La Cantoria y sus fieles Amsterdam Percussion Group, le llega el turno a la voz de la boliviana Luzmila Carpio recuperando los cantos quechua de aspiración panteísta. El próximo sábado, el Ensemble L'Albera La Cantoria evocará los dramas litúrgicos de la Cataluña del siglo XV. El festival concluye el domingo 13, con el grupo Yamato, de Japón, y sus tambores sagrados. Doce sesiones, en fin, para reflexionar con música sobre la diversidad de una de las aspiraciones humanas más fecundas en expresión artística.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_