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Entrevista:Vicente Guallart | ARQUITECTURA | Entrevista

"Los fuegos artificiales han llegado a su fin"

La bienal de Arquitectura de Venecia es el gran escaparate mundial en el que sólo participan los profesionales más innovadores. Vicente Guallart (Valencia, 1963) asiste este año por tercera vez a esta cita mundial. Es el único español que presenta proyecto y manifiesto en el pabellón del Arsenale junto a nombres tan prestigiosos como Coop Himmelb, Diller Scofidio Renfro, Zaha Hadid, Massimiliano Fuksas, MVRDV o Ben van Berkel. El equipo de Guallart viaja con una revolucionaria propuesta de vivienda universitaria, Hyperhabitat: reprogramming the world, en la que hace que el mundo físico funcione a través del mundo digital. El arquitecto, siempre polémico, acompaña su instalación con un jugoso manifiesto titulado ¿Puede el planeta soportar otro siglo XX? La presencia española se completa con tres jóvenes estudios españoles (Ecosistema Urbano, Cloud 9 y Recetas Urbanas) y uno hispanocolombiano (Husos) en la sección Experimental Architecture. El Pabellón de España está comisariado por Soledad del Pino Iglesias y Ángel Fernández Alba.

"Muchos arquitectos se han dejado arrastrar por la moda y no por el conocimiento. Son 'La internacional de la forma"

PREGUNTA. Es la tercera vez que participa en la Bienal de Venecia, algo que consiguen muy pocos. ¿A qué cree que se debe el interés de este certamen por su obra?

RESPUESTA. No lo sé. Me llamó el comisario, Aaron Betsky, y me explicó que el tema de esta edición era La arquitectura, más allá de la construcción. Me pidió que creara una instalación para el Arsenale. La idea de arranque fue mostrar cómo la arquitectura se relaciona con el mundo y cómo éste se puede reprogramar. En el estudio, trabajamos con cinco o seis iniciativas que hemos desarrollado en los últimos años. Partimos de que la arquitectura es la interface a través de la que nos relacionamos con el mundo. Creo que ahora atravesamos una situación en la cual hay que repensar, a través de la arquitectura, cómo nos asentamos con el medio, con la globalización, con las personas, etcétera. Todo esto, en Venecia lo vamos a manifestar construyendo una planta de un edificio de viviendas compartidas. Las viviendas serán construidas con metacrilato. Cada vivienda tendrá un objeto al que llamamos Ordenador cero que nos permitirá visualizar cómo cada vez que interactuamos con un objeto lo hacemos con una organización jerárquica superior. Por ejemplo, si encendemos una bombilla, nos conectamos con una central nuclear; si cogemos un libro, con la Biblioteca de París. La arquitectura y la ciudad están organizadas de una manera jerárquica a base de redes de cosas y hay que ver cómo la información se hibrida con el mundo. Y con la idea clara de que hay que generar estructuras autosuficientes.

P. Suena muy utópico.

R. Nada utópico. La distancia entre utopía y realidad es muy pequeña. Recordemos que hace diez años era inimaginable que buscaras una palabra en el ordenador y que inmediatamente tuvieras a tu disposición toda la información.

P. ¿Cómo va a repercutir en este tipo de proyectos y en las grandes estrellas de la arquitectura la crisis económica general y de la construcción en particular?

R. Los fuegos artificiales que hemos visto todos estos años han llegado a su fin. Soy de los que defienden las propuestas sintéticas y detestan las icónicas. A lo largo de la historia, todo periodo se ha caracterizado por sus palacios y catedrales. En cambio, la nuestra se recordará por sus alardes de formalismo totalmente vacíos.

P. La propuesta que lleva a Venecia es una residencia universitaria.

R. Es una residencia de uso unipersonal de un barrio prototipo. Cada una de las seis viviendas tiene 36 metros cuadrados, más otros 72 metros cuadrados de zonas de servicios (lavandería, zonas de música o vídeo...), un 30% de la construcción.

P. Recuerdan a los famosos minipisos.

R. Los minipisos de 2004 no se entendieron porque no se explicaron bien y por eso fracasaron. Se dio a entender que eran para familias y por eso se rechazaron.

P. ¿Cree que es una propuesta recuperable?

R. Totalmente. Se necesita un plan estatal de viviendas universitarias donde encajaría ese concepto. En el ámbito regional, se está haciendo en Gandía. Cada apartamento tiene 42 metros cuadrados. El plan Sociópolis que hicimos para Valencia es un proyecto para 10.000 habitantes.

P. Es un plan en el que plasma sus planteamientos más ecologistas.

R. Recuperamos la convivencia de la ciudad y la huerta. Las acequias y los huertos están en el centro de la urbanización. Sus habitantes están rodeados del sonido del agua. Se podrá volver a disfrutar de los cultivos tradicionales. En Motril están construyendo un ecobarrio tropical totalmente pionero.

P. No parece que el Ministerio de Vivienda tenga gran interés en este tipo de proyectos.

R. No veo ningún interés. El I+D es inexistente. Cero en turismo y construcción. La próxima generación tiene que contar con barrios autosuficientes que generen el 100% de la energía que consuman. Ahora mismo no se puede hacer porque los suministros están bloqueados por estructuras económicas del pasado.

P. ¿Cuál sería el papel de los arquitectos?

R. No el que tienen ahora, porque la mayor parte se han dejado arrastrar por la moda y no por el conocimiento. Son los que yo llamo La internacional de la forma, pero que no son más que unos listos disfrazados de innovadores. A partir de 2000, los arquitectos se convirtieron exclusivamente en iconos mediáticos y las instituciones empezaron a competir en gasto y relumbrón con los nombres más conocidos.

P. ¿Comparte la idea de que muchos edificios están construidos para epatar, al margen de cuál sea su uso público?

R. Totalmente. Están hechos de espaldas a su uso y al entorno. No hay más que ver esas construcciones geométricas insertadas en las montañas. ¿Qué formas de la naturaleza tienen forma de cubos?

P. ¿Ponemos ejemplos de algunos edificios que le resulte difícil soportar?

R. Los hay por todas partes.

P. En Barcelona, donde trabaja, parece que ya no hay posibilidad de intervención.

R. Eso lo dicen quienes decidieron cerrar el área metropolitana de Barcelona. Se dice que si se toca algo, se pierde. Lo mismo había que replantearse muchas cosas y resultaba beneficiada la ciudad.

P. No ha construido nada en Madrid.

R. Lo mismo es porque soy valenciano con estudio en Barcelona

... Es broma. Pero la verdad es que nadie me ha llamado.

La Bienal de Arquitectura de Venecia se celebra entre los días 14 de septiembre y 23 de noviembre.

El arquitecto Vicente Guallart, el mes pasado en Barcelona.
El arquitecto Vicente Guallart, el mes pasado en Barcelona.SUSANNA SÁEZ

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