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Reportaje:

Un asesino en serie aterroriza Inglaterra

La policía de Ipswich cree que la muerte de tres prostitutas y la desaparición de otras dos son obra del mismo criminal

La policía de Ipswich, una tranquila ciudad del sureste de Inglaterra, teme que la muerte de tres prostitutas -y quizás la de otras dos que se dan por desaparecidas- pueda ser obra de un asesino en serie. Hasta ahora, sólo en dos de los crímenes hay indicios claros de que puedan haber sido cometidos por el mismo autor, pero la policía teme que sea también el caso del tercero, y ha hecho un llamamiento a las prostitutas de la ciudad para que dejen de hacer la calle en los próximos días por su propia seguridad.

Los tres crímenes y las dos desapariciones han ocurrido con una rapidez asombrosa. El día 2 de diciembre se encontró en un arroyo en Hintlesham, al oeste de Ipswich, el cadáver desnudo de Gemma Adams, de 25 años, que había desaparecido el 15 de noviembre. El día 8 se descubrió el cuerpo de Tania Nicol, de 19 años, también desnudo y en el mismo arroyo, muy cerca ya del cinturón de circunvalación de la ciudad. Tania había desaparecido el 30 de octubre. El pasado día 10 se encontró un tercer cadáver de mujer, que la policía no ha identificado todavía pero que da por seguro que se trata de otra trabajadora del sexo. El cuerpo fue avistado por un conductor en un bosquecillo cercano a la carretera A-12 en Nacton, al sureste de Ipswich.

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La alarma se ha convertido en pánico al saberse que ha sido denunciada la desaparición de otras dos prostitutas que trabajan en el barrio rojo de la ciudad. Una de ellas es Paula Clennell, de 24 años, que fue vista por última vez el sábado. La quinta mujer, cuya identidad no ha sido facilitada, fue vista por última vez el domingo.

La sola posibilidad de que las cinco mujeres hayan podido ser asesinadas en un periodo tan corto está dejando perplejos a expertos e investigadores. "Aunque formalmente no podemos vincular el descubrimiento de un cuerpo en Nacton con los otros dos asesinatos, los hechos hablan por sí mismos", declaró el detective Stewart Gull. "No sé a quién buscamos. Puede ser un local, puede ser de fuera. Hemos sacado algunas conclusiones en función del lugar donde los cuerpos fueron encontrados".

El hecho de que las mujeres estuvieran sin ropa y sumergidas en el agua hace más difícil la tarea de los investigadores, porque hay menos posibilidades de encontrar pruebas sobre el autor de los crímenes. Pero el hecho de que el tercer cadáver estuviera apenas escondido, visible desde la carretera, hace pensar que, si es el mismo criminal, se trate de alguien que está desafiando a las fuerzas de seguridad y probablemente tenga la intención de actuar de nuevo.

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El barrio rojo de Ipswich no es muy grande, apenas un triángulo de calles en las que suelen trabajar entre 20 y 30 mujeres. La subjefa de la policía de Ipswich, Jacqui Cheer, instó a todas las mujeres de la ciudad a extremar la prudencia, sobre todo en vísperas de las tradicionales fiestas en las que los oficinistas británicos suelen consumir enormes cantidades de alcohol en vísperas de Navidad.

La policía no descartaba encontrar a una de las mujeres desaparecidas, Paula Clennell, porque solía utilizar diversas direcciones en la ciudad. "Pedimos a Paula o a cualquiera que sepa de sus movimientos que nos llame de inmediato, para cerciorarnos de que está sana y salva", añadió Stewart Gull.

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