Vinos de hielo

Han tardado en llegar las nieves a Ontario y cubrir los viñedos con su manto frío. Es el acontecimiento más esperado por los viticultores de esta industriosa provincia canadiense. Porque en ello les va una de sus principales señas de identidad y uno de sus más deliciosos atractivos turísticos: los icewines, los vinos de hielo. El camino que lleva a la bodega de Inniskillin es una interminable recta abrazada por bosques de coníferas y caducifolias. Nieve, luz y frío, mucho frío (el termómetro marca unos alarmantes 12 grados bajo cero), son los argumentos que hacen posible la maravilla de los icewines canadienses, un tipo de vino dulce nacido en Alemania en el siglo XVIII.

El espectáculo es fascinante: los racimos de uva (sobre todo la Vidal)de los viñedos se cubren con gorritos blancos, y ese beso largo y sostenido de la nieve va a permitir la congelación natural del grano y, por ello, la concentración de azúcares y ácidos que harán al vino tan meloso como fresco.

Situada en la hermosa península de Niágara, muy cerca del lago Ontario, cuya gran masa de aguas profundas ejerce una influencia notable sobre el clima de la región, la bodega Inniskillin Wines es la mayor bodega de icewines de Canadá, y la más visitada, con cerca de 100.000 turistas al año. Aquí todo está pensado para hacer grata la visita y atractiva la compra. Si el viajero tiene tiempo, puede conocer otras bodegas diseminadas por la península de Niágara, bordeando la orilla del río o gozando con las vistas costeras del lago, aunque el verdadero espectáculo está en los viñedos.

En estas fechas se inicia la vendimia, siempre a mano. Una vendimia que muchas veces se realiza en medio de la oscuridad de la noche cerrada, invernal. Inmediatamente, los racimos helados son prensados bajo condiciones de frío extremo. La mayor parte del agua del mosto permanece bajo la forma de cristales de hielo y sólo una pequeña cantidad, apenas unas gotas, de jugo azucarado se desprende de la prensa. Con él, y tras una larga fermentación que puede durar varios meses, se consigue el soberbio icewine.

Los viticultores de la zona se benefician de ese pulverizador gigantesco que son las cataratas del Niágara, una visita obligada que descubre el peculiar sonido del agua al desplomarse desde sus 52 metros de altura. Un poderoso reclamo para los más de 14 millones de turistas que las visitan anualmente, eso sí, fundamentalmente en verano.

INFORMACIÓN Y BODEGAS

- www.travelcanada.ca.

- www.winesofontario.ca.

- Inniskillin Wines (www.inniskillin.com; 905 468 35 54). Niagara Parkway. Niagara-on-the-Lake.

Aromas perfumados de frutas tropicales, manzana reineta asada, melocotón en almíbar y ligeras notas florales. En boca es muy goloso, con la acidez contrapunteando el paladar amielado, que termina un poco empalagoso.Aroma muy afrutado, de perfumes a litchi, orejones de albaricoque, mango y pera en almíbar, con un dulce toque especiado a canela. Gusto untuoso, caramelizado, con buena acidez que equilibra el dulzor final.

Pillitteri Estates Winary (www.pillitteri.com; 905 468 31 47). 1.696 Niagara Stone Road. Niagara-on-the-Lake