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Tribuna:Carreras & capital humano
Tribuna
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Bienvenidos a Polonia Valley

Cien incubadoras de empresas montadas en universidades y parques empresariales en menos de tres años. Veinte fondos de capital riesgo público con 180 millones de euros para proyectos empresariales y de emprendedores. 350 consultores homologados por la agencia de desarrollo de pymes para ayudar a emprendedores y empresarios. 239 empresas sacadas a Bolsa en los últimos tres años incluyendo el mercado secundario tecnológico... ¿Silicon Valley? No, respuesta incorrecta. Hablamos de Polonia Valley.

Polonia es el único Estado miembro de la Unión Europea (UE) que no ha entrado en recesión durante la presente crisis. Y eso, que nunca es cuestión de suerte, lo ha logrado con un modelo de crecimiento equilibrado basado fundamentalmente en la experiencia española (algo que puede resultar paradójico visto en el momento actual de nuestra economía).

El ejemplo polaco puede ayudar a España a tolerar el fracaso empresarial para crear un España Valley

En los años previos a su adhesión a la Unión Europea, los polacos viajaban en delegación cada semana a nuestro país. España era su modelo. Estudiaron concienzudamente tanto nuestro proceso de integración como las posteriores fases de negociación, captación y aplicación de los fondos europeos. Se veían como nosotros veinte años antes. Y no les faltaba razón: Polonia es un país católico que viene de una economía agrícola como la nuestra entonces, con un desarrollo parecido y casi los mismos habitantes.

Querían ser la nueva España y, desde luego, lo han logrado en términos de recepción de fondos estructurales de la UE. Utilizaron nuestro modelo, pero tomaron buena nota. No se volcaron en las carreteras. Apartaron un buen pellizco para apoyar a su sector empresarial y pusieron en marcha un programa operativo específico de Economía Innovadora, dotado con fondos de la UE pero cofinanciado por su Administración central.

Si eres un emprendedor, en Polonia te empiezan a apoyar desde el momento en que sientes la motivación para lanzarte. En la universidad te "pre-incuban"; ni siquiera te exigen tener una idea todavía. Te ayudan a buscar la tuya propia. Una vez que acabas tu formación superior y ya tienes la idea, puedes ir a una incubadora, que además de formación, consultoría, mentoring, espacio y equipos informáticos casi gratis, te financian hasta 200.000 euros para lanzar tu empresa.

Y lo más llamativo de todo es que las mejores incubadoras en Polonia son privadas. En los últimos años, se han desarrollado un buen número de fundaciones privadas dedicadas a apoyar al emprendedor, con un resultado francamente positivo.

Aparte de la iniciativa privada, la pública no se queda atrás: si el lanzamiento de tu empresa ha ido bien y necesitas capital para consolidar y expandir tu negocio, por cada euro que consigas de capital privado, la Administración concede otro euro de capital riesgo público. Y todavía les queda un buen porcentaje de capital disponible de 180 millones de euros para los dos próximos años.

Los polacos han aprendido muy rápido. De España y también de otros países. Pero no se conforman. Lo quieren hacer mejor. Y vuelven a mirar a España. Se sienten cómodos con nuestra referencia. Y es que en España, no nos faltan ayudas para emprendedores en las fases iniciales. Lo que nos falta es financiación bancaria y espíritu emprendedor. Lo que nos sobra: burocracia.

Entre las buenas prácticas de España que vuelven a llamar la atención a los polacos está la imponente red de viveros de empresa puesta en marcha en nuestro país por la Fundación Incyde, de las Cámaras de Comercio. Cerca de un centenar de incubadoras y más de seis mil empresas creadas en tan solo diez años de trabajo. En Incyde apoyan al emprendedor hasta cuando fracasa. Su lema: "No siempre sale bien a la primera".

Quizás estemos aprendiendo por fin que una de las bases de una cultura emprendedora es la tolerancia al fracaso. Ojalá nuestros hijos puedan montar sus empresas en España Valley.

Sanyu Karani es fundador de Econet en Polonia y especialista en financiación pública.

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