Defensor de la ley en abstracto

Es tan conciliador que asegura que su elección al frente del Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España se ha producido "gracias a la candidatura que hemos presentado. Al equipo. Lo encabezo yo, pero es un equipo integrador y plural, que representa a muchos sectores de nuestro colectivo". De ahí que anticipe que los cuatro años durante los cuales se prolongará su mandato "no van a ser rupturistas. Asumiremos lo hecho y trataremos de mejorarlo", afirma Alfonso Candau Pérez.

Se enfrenta a lo que denomina "la eterna cuestión para el cuerpo: el tratar de vincular las instituciones de alguna manera". Y se refiere a la coordinación entre el Registro de la Propiedad y el Catastro; algo en lo que ya ha empezado a trabajar. Y a los habituales conflictos que enfrentan a registradores y notarios, de los que no duda en defenderse diciendo: "Yo no tengo ningún problema con ellos. Mi mujer es notaria".

Moderado e integrador, Candau ha ejercido muchos años como fiscal

Madrileño, nacido en 1960, Candau es un abogado que nunca ha ejercido como tal, aunque sí se ha colegiado y ha paseado por muchas salas, puesto que buena parte de su trayectoria profesional la ha desarrollado como fiscal. En la Audiencia de Sevilla, la de León, Palencia y Valladolid. Castilla y León, una comunidad con la que lleva años estrechamente vinculado por su trabajo. Hasta el año pasado era decano de los registradores de esta región como fedatario público de Salamanca. Profesión que también ha ejercido en Arévalo (Ávila) y Toro (Zamora).

Cuando se le pregunta qué etapa profesional prefiere, le cuesta decidir. Y, prueba de su carácter conciliador, opta por buscar las similitudes que existen entre el ejercicio fiscal y el registral. "La defensa de los intereses colectivos es el denominador común de ambas actividades. Aunque defender la ley en abstracto frente a unos intereses particulares lícitos a veces es malinterpretado e incomprendido. No te respalda nadie", se queja.

Es doctor en Derecho y licenciado en Filosofía y Letras, que se ha convertido en una de sus mayores aficiones, pues el rugby, "al que jugaba mucho hasta que cumplí 40 años, ahora sólo lo practico de vez en cuando, con los veteranos". Le gusta "la filosofía del lenguaje". El alemán, que sabe porque su madre fue traductora, y el inglés.

Casado y padre de tres hijos, es presidente de la Academia de Legislación y Jurisprudencia de Valladolid y profesor en la Escuela de Práctica Jurídica de la Universidad de Valladolid.