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Más de 1.180.000 alumnos empiezan hoy el curso escolar

Vic y Reus estrenan los centros de acogida para inmigrantes

Adiós, vacaciones. Hola, clase. Más de 1.180.000 niños y adolescentes tendrán que interiorizar hoy mismo esa sentencia en el inicio del curso escolar en Cataluña. Se trata de una vuelta al cole masiva -hay un 3% más de estudiantes que el año pasado- y marcada por la tramitación de la Ley de Educación.

Tras el verano, los alumnos y profesores vuelven a la rutina diaria. Éstos, con una preocupación añadida: la posibilidad de que se celebre una nueva jornada de huelga, en protesta por la polémica ley, el mes que viene.

El sector público acoge al 63,4% del total de alumnos en Cataluña

La masiva llegada de extranjeros ha permitido aumentar el número de alumnos matriculados en centros escolares, que antes de la oleada migratoria dibujaba una línea descendente. La educación infantil, es decir, hasta los tres años, se ha duplicado en los últimos 10 años: este año iniciarán el curso 83.258 niños repartidos en las 718 guarderías de la comunidad. La educación primaria también crece: sólo bachillerato y educación especial se mantienen en niveles similares a los del año pasado.

La batalla entre los centros públicos y los privados se ha saldado este año -y ya van 10- con una ligera victoria para los primeros. El sector público ha arrancado del privado un punto de crecimiento en relación con el año anterior, y acoge ya al 63,4% de los alumnos.

Del total de estudiantes en Cataluña, el 13,5% (unos 150.000) son extranjeros. El Departamento de Educación prevé una ligera desaceleración de su crecimiento en los próximos cursos. Los alumnos suramericanos son mayoría (44%), seguidos de los magrebíes (26%). Precisamente, una de las novedades del curso escolar es la apertura de centros de acogida para alumnos inmigrantes. Hoy se estrena el llamado Espacio de Bienvenida Educativa (EBE) de Vic y, en el primer trimestre, el de Reus.

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El objetivo de estos espacios, según Educación, es facilitar la integración de los estudiantes que lleguen a clase a mitad de curso. Los centros estarán situados fuera de las escuelas y funcionarán todo el año -incluido el verano- para dar a los alumnos competencias lingüísticas de castellano y catalán. Los chicos recibirán cuatro horas de clase por la mañana y, por la tarde, participarán en talleres y actividades con sus familias.

Cada EBE tendrá capacidad para 20 alumnos y en él trabajarán un docente, un monitor de ocio, un educador social y un integrador social. Cada alumno permanecerá allí unos dos meses, informó el departamento.

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