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Unos 300 profesores se suman a las críticas al plan de Bolonia

Piden participar en un debate sobre el cambio en la Universidad

Piden debate; alaban a los estudiantes que se han movilizado contra el plan de Bolonia; aceptan que la Universidad debe someterse a reformas, pero dicen que hay que "mejorar el sistema educativo con la participación generosa de todos": no les gusta cómo se ha enfocando el proceso de Bolonia (el cambio del sistema universitario para homologarlo a los estudios universitarios europeos alcanzado hace una década en la ciudad italiana del mismo nombre). Así se pronuncian cerca de 300 profesores (entre ellos, 113 catedráticos y titulares de universidad), investigadores y personal de administración y servicios de varias universidades catalanas en un manifiesto que tienen previsto dar a concoer hoy.

"No nos resignamos a una pasividad cómplice y optamos por una actividad creativa". En el manifiesto piden participar en el proceso de cambios y critican a las autoridades por no haberlos consultado, a su juicio, suficientemente con las partes implicadas: investigadores, profesores, personal de administración y servicios, y estudiantes.

Algunos catedráticos y titulares que se han sumado al manifiesto son Jordi Arcarons, de Econometría de la UB; Joan Bestard, de Antropología Social de la UB; Josep Maria Català, de Comunicación Audiovisual de la UAB; Manuel Delgado, de Antropología de la UB; Josep Muntañola, de la UPC; Jordi Llovet, de Filología de la UB; Salvador Oliva, de Filología de la Universidad de Girona; Ana Garay, de Psicología Social de la UAB, o Manuel Cruz, de Historia de la Filosofía de la UB.

"La reforma era inaplazable" para poner fin "al progresivo deterioro" de la Universidad, sostienen. "Bolonia vendría a ser la respuesta a este deterioro. Eso es lo que se nos ha dicho. Lamentablemente, no es así", añaden.

Proceso impuesto

El proceso de Bolonia "es una imposición que no ha contado con (...) los que han estado directamente implicados". A su juicio, se está supeditando a los dictámenes del mercado y desperdiciando el conocimiento en la medida en que es tratado como una mercancía.

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Añaden los que suscriben el manifiesto que es loable homologar titulaciones, avanzar en el conocimiento científico, ganar en movilidad de estudiantes y en la intregración de los graduados en el mercado laboral europeo, como pretende el cambio de Bolonia. "Nadie puede disentir de estos propósitos. Pero no dicen que bajo una reconversión docente y pedagógica, que afirman, ofrece innumerables oportunidades (...), se sutrae a los protagonistas de la vida universitaria la posibilidad de reflexionar lúcidamente sobre las decisiones que se están adoptando y las consecuencias que tendrán en la Universidad pública".

Los firmantes del manifiesto aplauden el "coraje estudiantil" por haberse movilizado contra Bolonia. "Faltan recursos", sostienen. "Las protestas estudiantiles han sacado las críticas y reflexiones que hasta ahora sólo existían en los pasillos (...) a un debate abierto". Por eso afirman: "Reclamamos participar en un debate colectivo sobre el futuro" de la Universidad. "El futuro de la enseñanza superior y el de la investigacion científica no pueden estar consignados exclusivamente en espacios difusos de decisión ni en gabinetes tecnocráticos", añaden.

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