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Agricultura desarrolla cuatro variedades de almendras de recolección tardía

El Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA), organismo adscrito al Departamento de Agricultura, ha desarrollado en sus instalaciones de Mas de Bover (Tarragonès) cuatro nuevas variedades de almendra de recolección tardía que disminuyen los riesgos que las heladas provocan en estos cultivos, ya que el riesgo de una noche de helada al final del invierno y al principio de la primavera, que mata la flor o el incipiente fruto, es una constante en el campo catalán. Uno de los objetivos de la investigación es conseguir que la almendra se convierta en un cultivo "moderno, rentable y sostenible".

Las nuevas variedades de este fruto seco han recibido el nombre de Vayro, Constantí, Marinada y Tarraco. Todas ellas se caracterizan por su gran capacidad productiva y por su floración tardía. La Vayro destaca por su vigor, es autofértil y para favorecer la polinización cruzada puede asociarse con otras variedades como la Constantí, Glorieta, Francolí o Guara. Es un árbol fácil de podar y con una buena tolerancia a la sequía y al hongo fusicoccum.

La variedad Constantí es ligeramente sensible a este hongo y se adapta muy bien al secano, mientras que la Marinada es de floración muy tardía y producción precoz. La fecha de floración de esta almendra coincide con la de la Tarraco, que también destaca por una excelente capacidad productiva y precocidad en la entrada en producción. El fruto que da el árbol es abundante y de grandes medidas.

13% de la cosecha mundial

El cultivo del almendro ocupa en España unas 600.000 hectáreas, de las que 60.000 pertenecen a Cataluña y supone alrededor del 13 % de la producción mundial. El de la almendra ha sido tradicionalmente un cultivo marginal y propio de una agricultura de subsistencia, pero actualmente las perspectivas han cambiado y sus especiales características de escasa necesidad de agua juegan a su favor y hacen que sea, en opinión del IRTA, "una excelente alternativa de cultivo sostenible".

Los últimos años han sido muy malos para la producción de almendras en Cataluña debido a la sequía y a las heladas de principios de primavera, época en la que se produce la floración de la mayor parte de la especies de almendras, lo que ha hecho disminuir a menos de la mitad el rendimiento por hectárea. Esta situación de producción excepcionalmente baja se repetirá este año y según los sindicatos agrarios también provocará un incremento del precio de las dos principales variedades, la Marcona y la Llargueta.

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El Departamento de Agricultura ha cuantificado las pérdidas de la cosecha de este año en un 71 % en las 30.000 hectáreas de almendros de Les Garrigues, Segrià, Pallars Jussà, Urgell, Segarra y Noguera.

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