Alcalde a cara o cruz
En caso de empate, a cara o cruz. Los alcaldes de Malla (Osona) y Llavorsí (Pallars Sobirà) se deciden lanzando una moneda al aire, tras un empate técnico en las elecciones. El reglamento electoral establece que la alcaldía debe resolverse al azar.
En Malla, el miércoles pasado una moneda otorgó el séptimo concejal en juego a los Independientes per Malla (IpM). Las urnas revelaron un empate a 103 votos entre las dos únicas listas presentes en esta pequeña población de 300 habitantes. Pese a gozar de mayoría absoluta, el candidato de IpM, Lluís Muntal, sólo capitaneará la alcaldía dos años. El resto del mandato lo hará su rival, el convergente Jordi Baucells.
Las dos formaciones alcanzaron un pacto para llevar a cabo "una acción de gobierno conjunta y equilibrada", explica Muntal después de interpretar que así es la voluntad de los vecinos.
Este acuerdo ya existió en 2003, pero se truncó durante el mandato por culpa del proyecto de ampliación del supermercado de la localidad.
En Llavorsí deberán esperar unos días más, después de que el jueves se aplazara el sorteo para deshacer la igualdad que se produjo entre las candidadturas del PSC-PM y CiU.
Los dos partidos empataron a 124 votos y 3 ediles para cada formación porque los nacionalistas impugnaron una papeleta de sus rivales que apareció ligeramente rota dentro del sobre.
La Junta Electoral de Zona desestimó el recurso de los socialistas para que se diera como válido el voto anulado, con el que conseguirían el cuarto concejal y la mayoría absoluta.
La elección al azar se ha suspendido porque el candidato del PSC, Carles Rabaneda, decidió recurrir a la Junta Electoral Central, que será la que decidirá sobre el destino del voto de la discordia. Aunque los socialistas ya han anunciado que agotarán todas las vías de recurso hasta llegar al Tribunal Constitucional.
