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Reportaje:

'Aloe vera' contra la crisis

Xicola planea comprar dos "grandes inmobiliarias" para fusionarlas con Fincas Corral y crear una red de dietética

Lluís Pellicer

Es casi un desconocido en el mundo inmobiliario. Por ello, en un mes anodino como agosto ha causado sorpresa y algo de estupor en el sector. "He dado vidilla a un panorama de crisis", ironiza el inversor Josep Xicola en su recién estrenado despacho de la plaza de Catalunya. Desde allí traza un "ambicioso plan" para Fincas Corral, la empresa en apuros que acaba de comprar para "reflotarla". Y este plan consiste en engullir otras "dos grandes firmas de la intermediación inmobiliaria". Se atreve a poner una fecha para crear este "gran conglomerado": a finales de este mes, sostiene, se habrá hecho con una "importante" empresa.

En un escenario de crisis, cuando operan el 25% de las oficinas que había en 2005, a Xicola no le bastan las 310 oficinas que trabajan bajo la marca Fincas Corral. Quiere 2.000, repartidas por todo el país, lo cual supondría crear la mayor enseña de mediación inmobiliaria de la historia de España. Afirma que la necesita porque comercializará un "gran proyecto" que un grupo inversor norteamericano promueve en Andalucía. Y porque, sostiene, ahora es el momento. "Nadie vende, lo que quiere decir que no tengo competencia...", espeta.

Al llegar se ha encontrado sobre la mesa un conflicto laboral que ayer despachó en apenas una hora. "Ha ido muy bien. Muy bien, muy bien", repetía Xicola al salir de la reunión. Los trabajadores de Fincas Corral no cobraban desde hacía dos meses, y Xicola se comprometió a que lo harían a partir de septiembre. "No echaré a nadie. Eso sí, tengo que hablar con los delegados de zona para que seleccionen el personal. He llegado a un pacto con ellos. Son 385 trabajadores. Calculo que deberían poder vender 385 pisos en un mes. Pues bien, sólo les pido que despachen 25... Es para que vean que tienen que trabajar y vender", sostuvo ayer tras la reunión con los representantes sindicales de los trabajadores.

Lo de "tener que trabajar" lo repitió en numerosas ocasiones. Porque de lo que más sorprendido decía estar era de que todo el mundo estuviera de vacaciones. Algún trabajador desconfiaba. "No parece que le interese demasiado el inmobiliario", decía. Pero la representante de UGT Rosa Ciurana estaba convencida de la solvencia del inversor. "La reunión ha ido bien. El 20 de septiembre se cobrará el mes en curso y el primer atraso, y así cada mes. La próxima semana analizaremos el plan de viabilidad de la empresa", afirmó.

El inversor recalca que no hay ningún grupo detrás de él. "Soy yo el administrador único", afirma. Afronta todas las preguntas. Con naturalidad. ¿Cuánto ha pagado por Fincas Corral? "No puedo decirlo, y no debo". Y en época de sequía, ¿quién le presta el dinero? "Nadie". ¿Nadie? "No, al contado". ¿Y la deuda? "Ya la descontamos".

Pero Xicola tiene más proyectos. En un año quiere levantar una gran cadena de alimentación y dietética con 700 establecimientos en toda España. Allí podrán ir los trabajadores de Fincas Corral que no quieran seguir en el negocio. "Porque estén deprimidos, por ejemplo". Ya tiene nombre. Doctor Aloe. Por lo de la milagrosa planta.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Economía de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera. Ha sido corresponsal en Bruselas entre 2018 y 2021 y redactor de Economía en Barcelona, donde cubrió la crisis inmobiliaria de 2008. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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