Aprender economía desde el colegio
Un informe del Instituto de Estudios Financieros revela la poca información que tienen los estudiantes universitarios sobre el mundo de las finanzas
Sólo uno de cada 10 jóvenes sabe diferenciar entre una cuenta corriente y un depósito. De cada dos alumnos con cuenta corriente, sólo uno hace un seguimiento continuo de sus presupuestos personales. Uno de cada cuatro desconoce el tipo de tarjeta bancaria que posee. Y así un largo etcétera. Un estudio del Instituto de Estudios Financieros (IEF) ha revelado el escaso conocimiento que tienen los jóvenes universitarios del mundo de la economía y las finanzas. A fin de contrarrestar esta falta de información, la Generalitat está poniendo en marcha un plan de educación financiera que busca incluir los conocimientos sobre economía en las aulas de secundaria. Una de las patas de este plan consistirá en ofrecer a los profesores cursos en los que se les enseñará a integrar la información financiera en sus temarios habituales.
El verano pasado 25 docentes de asignaturas relacionadas con la economía participaron en la prueba piloto del curso. Daniel Bosch, profesor en el IES Les Corts, quedó encantado con el cursillo, hasta el punto de que, tras terminarlo, se tomó un año sabático para estudiar maneras de introducir lo aprendido, aunque cree que el panorama es poco halagüeño. "Hoy en día, la educación financiera la dan los bancos, y eso es preocupante", afirma. De hecho, "a los bancos ya les interesa que haya esta desinformación, ya que así tienen el dominio de la oferta".
Jordi Pericàs, secretario de Política Financiera de la Generalitat, tiene otra opinión. "A los bancos, como a cualquier servicio, le interesa tener informado al cliente. Y al cliente le interesa todavía más estar informado. Las gestiones se facilitan y así todos ganan".
Interés fijo y variable
Lo cierto es que, interese a los bancos o no, según Daniel Bosch, "la educación financiera es básica para ser un ciudadano útil". El plan que prevé la Generalitat no quiere introducir las finanzas como asignatura nueva a unos programas de asignaturas ya de por sí sobrecargados. Desde el Departamento de Educación se afirma: "no es necesario incluir la educación financiera como asignatura porque en secundaria y bachillerato ya hay materias transversales que pueden complementarse con aportaciones concretas". Por su parte, Pericàs aclara que el programa pretende enseñar "lo básico" participando en materias como las Matemáticas y las Ciencias Sociales. "Es importante saber qué son cosas como la amortización, la diferencia entre interés fijo y variable, o cuándo ha de embarcarse uno o no en una hipoteca etcétera". Y añade: "Si conocemos el sistema financiero, evitaremos oscurantismos porque el cliente estará más informado".
Pero el plan no afecta sólo a los profesores. Los Departamentos de Economía y Finanzas y de Educación (organizadores del proyecto) tienen pensado abrir una web para difundir los aspectos diferenciales de la educación financiera.
Todo esto no es en vano, el estudio presentado por el IEF presenta un paisaje poco alentador. Realizado a estudiantes de entre 19 y 25 años, arroja datos que son, al menos, llamativos. De momento, el plan no tiene fecha de implantación, pues como aseguran desde Economía, es un proyecto de "implantación lenta".
Sólo uno de cada tres sabe qué es necesario para contratar una hipoteca. El 81% ordena de manera incorrecta los productos financieros según su nivel de riesgo. Únicamente la mitad utilizan la banca online. Y así se puede seguir ad infinitud. No obstante, el estudio arroja unas conclusiones que podrían calificarse de esperanzadoras. Si bien los jóvenes viven en una notable desinformación, son conscientes de la insuficiencia de sus conocimientos y, por eso, muestran una buena predisposición a recibir educación al respecto.
Pero, ¿por qué existe este retraso en la educación financiera? Según Pericàs, este desconocimiento se debe a que la gestión financiera es un elemento relativamente nuevo en la vida del ciudadano medio. "Los temas financieros es algo de lo que la gente hasta hace poco no participaba" afirma. "Los productos financieros son muchos y sofisticados, y en las escuelas prácticamente no se han enseñado". El profesor Bosch es de la misma opinión. "Lo financiero ha adquirido importancia últimamente, y la escuela tarda en adaptarse a esta clase de cambios, pero este camino es el que hay que seguir", recalca.
