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Ascó propone reducir incidencias suprimiendo alarmas

La nuclear de Ascó (Ribera d'Ebre) ha propuesto retirar varios sistemas de alarma para reducir las excesivas incidencias que genera la planta. Se trata de los detectores de gases instalados en las dos salas de control de la instalación y los sensores que miden la radiactividad alojados en la zona de contención. Su desmantelamiento permitiría reducir el número de incidencias que la central notifica al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

La instrumentación en la sala de control se instaló hace dos años para garantizar valores ambientales adecuados en la sala de mando, el puesto más sensible de toda instalación atómica. Los técnicos de la central han puesto ahora sobre la mesa la necesidad de retirarla dado el excesivo número de alarmas que genera, todas ellas falsas, aseguran los responsables de la planta, propiedad de Endesa e Iberdrola.

También se plantea sustituir o reajustar los sensores de radiactividad que se disparan en múltiples ocasiones, siempre sin motivo, según la central. La dirección entiende que los valores máximos de radiación que fijan estos dispositivos están demasiado cerca de los valores reales, lo que genera una sensación ficticia de riesgo constante que la central trata de atajar. Retirar los detectores reduciría el alarmismo que, según la nuclear, se desencadena cada vez que estos instrumentos lanzan una señal de alerta. En el último mes, los dos reactores de Ascó registraron tres incidencias por excesivos niveles de cloro y de radiactividad, que la planta catalogó como "no reales".

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