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El Ayuntamiento expedientó a Olivia en 2008 por obras en el hotel del Palau

Àngels Piñol

La Guardia Urbana de Barcelona abrió un expediente a la empresa Olivia Hoteles en diciembre de 2008 por realizar unas obras sin permiso en una de las tres fincas de la calle de Sant Pere més Alt (la del número 15) donde iba a instalarse el frustrado hotel del Palau. En los documentos, con el número 01-08-0640/1, se hace referencia a la suspensión provisional o definitiva de las obras por carecer de licencia. La existencia de este informe contrasta con las declaraciones del concejal de Urbanismo, Ramón García-Bragado, que aseguró que supieron en el verano de 2009, a raíz de una llamada de este diario, que el dueño de las fincas era Olivia Hoteles y no la fundación del Palau.

El Consistorio no aclaró a este diario la semana pasada cómo concluyó el expediente a nombre de Olivia. Además Jordi Montull, saqueador confeso del Palau, envió en 2007 sendas cartas al entonces teniente de alcalde, Carles Martí, y a Ramón Massaguer, gerente de Urbanismo, para informarles de que Olivia era ya la dueña de las fincas.

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El Ayuntamiento asegura que no encuentra esas cartas y que no figuran en el registro municipal. Manuel Valderrama, dueño de Olivia Hoteles, dijo la semana pasada en el Parlament que fue presentado como tal en diciembre de 2007 ante los patronos de la Fundación del Palau -"había 70 personas y supongo que de muchas instituciones"- y que pagaba el IBI de las tres fincas.

La juez Míriam de Rosa seguirá hoy tomando declaración a nuevos testigos, entre ellos la ex concejal Itziar González, que dimitió de su cargo tras pedirle al alcalde que parara el proyecto. El fiscal quiere ampliar su querella a altos cargos del Ayuntamiento, especialmente del área de Urbanismo, que siguió con la recalificación del hotel pese a haber estallado el caso Millet.

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Mientras se desenreda la madeja, la juez ha autorizado a la Asociación de Vecinos del Casc Antic y a Vecinos en Defensa de la Barcelona Vella que actúen como acusación popular. El objetivo de estas asociaciones es que las tres fincas de Sant Pere más Alt acaben siendo equipamientos.

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