El BBVA confía en la apertura de la economía como colchón a la crisis

El grado de internacionalización y el dinamismo de la inversión directa en el exterior pueden contribuir a aligerar la "intensa desaceleración" de la economía catalana, que este año crecerá el 1,7%, casi dos puntos menos que en 2007, según las previsiones hechas públicas ayer por el BBVA, que apuntan un crecimiento todavía inferior para el año que viene y un aumento de la tasa de paro por encima del 9% (hoy es del 7,6%).

La estimación del BBVA es la más baja de las publicadas hasta ahora. Una décima inferior al 1,8% previsto por el Gobierno catalán y Caixa Catalunya y dos menos que la efectuada por la Cámara de Comercio de Barcelona. El servicio de estudios del banco advierte de que el ritmo de "deterioro coyuntural" de la economía catalana en el primer semestre y la incertidumbre en torno a la resolución final de la crisis financiera y el comportamiento de los precios del petróleo "podrían suponer un riesgo a la baja en las previsiones".

El escenario que dibujaron ayer los economistas del BBVA, encabezados por Mayte Ledo y Julián Cubero, es desalentador. Los indicadores del banco muestran que la desaceleración -el debate sobre si es o no una crisis es "bastante estéril", afirma Ledo- es más intensa de lo esperado y no se límita sólo a la construcción residencial.

El consumo de las familias sufre un "retroceso muy considerable" porque tienen menos renta. Como los precios han subido tanto por el encarecimiento de algunos productos alimenticios básicos como por el petróleo, el sueldo no da para tanto. Las matriculaciones de automóviles, por ejemplo, se han frenado en seco. La pérdida de fuelle del mercado laboral también influye en las decisiones de consumo, junto al encarecimiento del endeudamiento por la subida de los tipos de interés.

Pero el BBVA ve señales de esperanzas, botes salvavidas donde agarrarse. Uno es el grado de apertura de la economía catalana, que debe ayudar no sólo a aguantar mejor el golpe, sino, sobre todo, "en una posterior etapa de recuperación cíclica impulsada por la demanda exterior. Cataluña, cuyo peso en la riqueza nacional es del 18,8%, en 2007 contribuyó con el 28% de las exportaciones españolas, tres puntos más que hace una década, explica Cubero.

El economista jefe del servicio de estudios del BBVA destaca la menor exposición a la crisis inmobiliaria, puesto que el peso de la construcción sobre toda la actividad económica es menor en Cataluña (16%) que en el conjunto de España (18,8%), y la licitación de la obra como puntos de apoyo. Asimismo, confía en el dinamismo de algunos sectores industriales (energía, química, construcción de maquinaria y bienes de equipo y agroalimentación) y del turismo.

Menos turistas en junio

Cataluña, que en el primer semestre aguantó como el primer destino de los turistas extranjeros, sufrió un bajón importante en junio. El Ministerio de Industria, Turismo y Comercio informa de que visitaron esta comunidad el 5,2% menos de extranjeros de los que lo habían hecho en el mismo mes del año 2007, informa Ariadna Trillas. Este retroceso se explica porque han fallado ligeramente dos de sus dos mercados emisores de turistas: Francia, que representó el 26% de todos los turistas foráneos, y el Reino Unido, cuyo peso fue del 16,7%. En junio, la comunidad con más visitantes fue Baleares, aunque también sufrió un descenso (del 2,1%).

Pese a este descenso, que va en contraste con la tendencia registrada en la Comunidad Valenciana y, sobre todo, Madrid (+11,6%), Cataluña se mantuvo durante los primeros seis meses del año como el primer destino del turismo internacional, con 6,6 millones de visitantes. Es exactamente la misma cantidad que visitaron esta comunidad el año pasado.