_
_
_
_
_

Ventura Pons rueda en Barcelona "Testament" con guión de Benet i Jornet

Después de convertir E.R. en Actrius, Ventura Pons ha vuelto a contar con el teatro de Josep Maria Benet i Jornet y está rodando desde el día 15, en Barcelona, una adaptación de Testament. El director recuerda: "Cuando terminé Actrius, me quedé con las ganas de repetir con otra obra de Benet". Esta vez, el dramaturgo le dijo que él mismo se haría cargo del guión. Con este "regalo maravilloso", como dice Pons, Benet i Jornet ha escrito su primer trabajo cinematográfico, una historia sobre el amor, la soledad, la amistad y, sobre todo, la muerte, explicada a través de la historia de un profesor enfermo que piensa y escribe su testamento antes de morir.

Josep Maria Benet i Jornet ha sumado dos personajes femeninos -interpretados por Rosa Maria Sardà e Irene Montalà- a una pieza teatral protagonizada por tres hombres. Del reparto que el año pasado estrenó la pieza teatral en Barcelona sólo repite David Selvas. El personaje principal, Jaume Clarà, un profesor de literatura, es Josep Maria Pou, y su mejor amigo, Mario Gas, que vuelve al cine después de siete años de plena dedicación a la dirección teatral. La incorporación de las dos mujeres, según Benet, casi no ha modificado el contenido de Testament porque en la obra original ya se hablaba de ellas. Pou, satisfecho con su papel, "denso y complicado", dice que "la carrera del actor se hace a base de esperar". Había visto, en los montajes teatrales, a Juan Diego en Madrid, y a Lluís Soler, en Barcelona, interpretando su Jaume Clarà y "me moría de envidia", comenta. El amor, la soledad, la amistad y, sobre todo, la muerte son los temas protagonistas de Testament. "La muerte y lo que dejamos a los demás para que nos reconozcan después de morir", como dice el director. Es un conflicto narrado a través de la historia de un hombre enfermo que decide, inmerso en un mar de dudas, qué es lo que quiere dejar a los demás después de desaparecer. Con un tercio de la película rodado, Pons tiene "la íntima sensación" de que hay un nivel de trabajo muy bueno e intenso, en referencia a la labor de actores y técnicos. En principio, la película le está saliendo "muy movida". "La cámara se me escapa de las manos", dice. Y en contraste con Actrius, en la que se respetaron los actos teatrales y se jugó con los colores cálidos, en Testament la estructura será más libre gracias al guión de Benet y la fotografía estará dominada por un ambiente frío. Cuando llegue a las salas, lo que de momento es Testament quizá tendrá otro nombre. Ya pasó con el título de E.R., que acabó siendo Actrius. Ventura Pons dice, para explicar el cambio, que "rodar una película es como gestar una criatura". Por eso decidirá, cuando esté terminada, cómo bautizarla. El estreno está pendiente de la atracción que despierte la película entre los festivales de cine. En todo caso, el de esta cinta, que tiene 150 millones de pesetas de presupuesto -TV-3 y Canal + han comprometido la compra de derechos-, no será más tarde de febrero de 1999.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_