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Columna
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¿Tu también, Bambi?

¡Qué injusticia! No comprendo el linchamiento mediático al que han sometido al pobre don Aquilino Polaino, el catedrático de Psicopatología que, a requerimientos del PP, expresó novedosas opiniones sobre los homosexuales en el Senado. ¡Cuánto avinagrado corre por el mundo! Tampoco entiendo que el gran Eduardo Zaplana, así como distintos miembros de su partido, ahora digan que no comparten tales opiniones. ¡Pero si son unas opiniones la mar de valientes destinadas a cambiar para siempre el curso de la historia! Por favor. No hay que avergonzarse de las opiniones científicas de un experto que dice verdades como puños. Es más, conmino a todos los militantes del PP (siempre que no sean gays) a difundir por el mundo la obra de Aquilino Polaino. Y, por si acaso ustedes no recuerdan sus palabras, aquí estoy yo para transcribírselas. Según él -cito textualmente- la homosexualidad es un "trastorno psicopatológico que sufren personas educadas por un padre hostil, violento o alcohólico, o bien por madres sobreprotectoras, frías y muy exigentes".

Como parece un poco difícil ser una madre sobreprotectora y fría a la vez (yo creo que si eres fría no puedes ser también sobreprotectora), intuyo que, si cumples uno solo de los requisitos que expone don Polaino, el niño ya te sale gay. O sea: ser alcohólico, o ser hostil, o ser violento (por parte de padre), o ser sobreprotectora, o ser fría, o ser exigente (por parte de madre). Como ya habrán intuido, el corolario de Polaino -a partir de ahora yo lo llamaría así en su honor- es de una gran trascendencia. Por lo pronto, nos hace deducir que los huérfanos, al no haber sido educados por un padre y una madre, no pueden ser homosexuales. En cambio, todos los varones miembros de Alcohólicos Anónimos tienen o tendrán hijos gays. Contrariamente, en el mundo musulmán, las posibilidades de tener un hijo gay casi desaparecen por causa masculina, porque los creyentes no beben alcohol. La homosexualidad en el islam la causan las mujeres que, bajo la aparente sumisión del chador, son frías y exigentes. Y, ahora que lo pienso, todas las folclóricas son lesbianas. Sus madres siempre están a su lado, sobreprotegiéndolas.

Me ha sorprendido un poco, no les engañaré, descubrir que Bambi es gay. Pero no hay más que echar una ojeada a la personalidad de su madre. No sólo era exigente, sino sobreprotectora. Y los hijos de Madre Coraje también son gays. Y Hamlet. Si ha habido una persona fría en el mundo, ésa ha sido la madre de Hamlet. Claro que, dejando a un lado la ficción, también me inquieta saber la de famosos que nunca han salido del armario. Fellini, por ejemplo, tenía un padre alcohólico, luego, era gay. Y Charlot, que también lo tenía. Y Víctor Jara. Y Ronald Reagan (tan cariñoso que parecía con su Nancy).

No lo puedo asegurar, pero creo que Carlos de Inglaterra tiene una madre lo suficientemente fría como para que él haya salido gay. Por eso, ya que hablamos de la realeza, pediría a todos los ex compañeros de la princesa doña Letizia que se abstengan de decir en televisión que era fría y calculadora en su trabajo. Y no lo digo por ella, claro. Lo digo porque está esperando un hijo, heredero del trono de España. De verdad, no creo que nadie, ni don Polaino, desee un soponcio de Jaime Peñafiel.

moliner.empar@gmail.com

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