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El Barça aspira a sacar 300 millones de la recalificación del Miniestadi

Hereu afirma que la transformación beneficia a la ciudad y al club

Y después del triplete, la recalificación. Joan Laporta, presidente del F.C. Barcelona, compareció ayer exultante en el Ayuntamiento de Barcelona para firmar con el alcalde, Jordi Hereu, algo que llevaba persiguiendo años: la vía libre para la recalificación de los terrenos del Miniestadi. Será la llave que posibilitará la reforma del estadio del Barça y la construcción del nuevo Palau Blaugrana. Laporta aspira a sacar de la recalificación los fondos necesarios para los dos proyectos: sobre unos 300 millones de euros. A razón de 240 millones para el estadio que diseña el arquitecto Norman Foster, y unos 70 para el nuevo Palau: "claro que se intentará ajustar el presupuesto a la baja", matizó a preguntas de los periodistas.

Laporta asegura que Foster trabaja en el proyecto del nuevo estadio

El alcalde, en cambio, no quiso hacer ninguna aproximación del cuadro económico de la operación: "no nos corresponde a nosotros". Uno y otro negaron que se trate de un "pelotazo" urbanístico y ambos insistieron en que la reforma urbana de las más de 11 hectáreas que ocupan las instalaciones del club -valladas en medio del barrio de Les Corts- es necesaria.

Lo cierto es que todas las recalificaciones de terrenos de estadios deportivos reportan pingües beneficios a los clubes. El Espanyol obtuvo unos 50 millones de euros por el aprovechamiento del campo de Sarrià en 1995. El Real Madrid, en 2001, logró 501 millones con la venta de la Ciudad Deportiva. El Valencia calcula que la permuta -aunque ahora está paralizada- le reportará unos 180 millones de euros.

Pero lo de Barcelona es diferente, repitieron -como un mantra- tanto el alcalde como Laporta: "La reforma conviene a las dos partes: a la ciudad porque se construirá un nuevo barrio y al club porque posibilitará mejorar sus instalaciones", argumentó Hereu. Horas antes, el alcalde y los presidentes de grupo de CiU, Xavier Trias, y el de ERC, Jordi Portabella, firmaron el acuerdo político que hará posible la recalificación. ICV y PP están en contra y se alinean con la tesis -también defendida por un sector de los vecinos- de que la operación beneficia a los intereses del club. "Aquí no se hace eso", se defendió Hereu. Lo argumentó con lo pactado: unos 1.600 pisos -la mitad de ellos de protección en suelo cedido al Ayuntamiento-, 30.000 metros de zona verde, 11.000 de equipamientos -parte de ellos en unos terrenos de Montcada i Reixac por los que el Barça pagará unos 30 millones de euros-, más otros 15.000 de uso hotelero y 8.000 de oficinas.

Del Laporta que hace dos semanas arremetió contra el Ayuntamiento -y también contra el tripartito de la Generalitat- por no apoyar sus planes, ayer, no quedaba ni rastro. "A veces se pierde la fe", dijo. Laporta afronta el último año de su mandato y quería presentar ante los socios cuantos más triunfos, mejor. Además de los deportivos, el presidente del F.C. Barcelona quiere hacer suya la futura reforma del estadio aunque muy probablemente será la próxima junta la que acabe por definirlo. Pese a ello, no dudó de que el nuevo estadio lo realizará el arquitecto Norman Foster. Preguntado sobre si se había producido alguna variación, el presidente del F.C. Barcelona aseguró que el arquitecto inglés "está trabajando en el proyecto". Es más, Laporta se aventuró a decir que el nuevo campo tendrá forma en 2012.La de ayer fue una jornada redonda, en términos urbanísticos, para el Barça. Además de la recalificación perseguida en Barcelona desde hace casi 10 años, también logró el visto bueno al complejo de ocio de Viladecans (Baix Llobregat).

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El club y el Ayuntamiento de esa localidad acordaron ayer la cesión de un terreno para la construcción del Barça Parc, un complejo deportivo y de ocio que el club planea como una pequeña ciudad para socios y aficionados. El proyecto, aún en redacción -se prevé que se apruebe alrededor de la primavera de 2010- plantea un ambicioso espacio donde se incluirán algunas secciones del club, ofertas deportivas y espacios comerciales, además de una zona de playa para los barcelonistas. El complejo, situado en la zona de las Filipinas, al lado de la nueva T-1 del aeropuerto de El Prat, se dividirá en seis ámbitos: los dos primeros, de 30 hectáreas, forman parte de unos terrenos que el club adquirió en tiempos del ex presidente Agustí Montal, en el Parque Natural del Remolar. El pacto entre el consistorio y el Barça contempla que el club dedique estos espacios a formación, preservación y observación de la naturaleza. La adquisición de los terrenos ya ha conllevado problemas medioambientales, y obligó al club a la protección de un ave, la polla de agua. Dados los ocupantes de su nuevo hábitat natural y sus características -algunas tienen el pelaje azul y grana-, el presidente Joan Laporta se atrevió a rebautizar el animal como "la polla blaugrana". El área que se reserva el club barcelonista para la explotación comercial y deportiva es de 30 hectáreas, repartidas en tres zonas: en la primera se ubicará la sede de la Fundació F.C. Barcelona, un hotel dedicado al club y las tiendas y espacios de los patrocinadores, además de bares, restaurantes, y salas para convenciones.

La segunda será para los equipos del club: habrá un estadio en el que, según el proyecto, jugará el Barça Atlètic, y campos para la escuela de fútbol y las secciones minoritarias, como el béisbol y el atletismo. La tercera zona, en la que se incluye la playa, estará dedicada al deporte en general, con diferentes instalaciones y tiendas especializadas para poder practicar desde fútbol a escalada o surf.

Jordi Hereu y Joan Laporta se felicitan por el acuerdo de recalificación del Miniestadi.
Jordi Hereu y Joan Laporta se felicitan por el acuerdo de recalificación del Miniestadi.GIANLUCCA BATTISTA

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