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Barcelona apuesta por la creatividad como motor de la economía

El catedrático José Ramón Lasuén abre la 4ª Jornada del Plan Estratégico Metropolitano

El alcalde de Barcelona, Joan Clos, inauguró ayer la 4ª Jornada técnica del Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona, en la que se discutió la apuesta de la ciudad por el sector quinario como motor económico. Este sector, en el que en 2001 trabajaban más de 517.000 personas en toda Cataluña (cerca del 20% de su población empleada), engloba las actividades relacionadas con la innovación en la industria cultural, los servicios sanitarios, científicos y educativos.

En opinión de los expertos, la única manera de combatir los procesos de desindustrialización en la región y el traslado de empresas a otros países donde la producción es más barata es apostar por las empresas que se dedican a las actividades quinarias. Hasta hace poco, el llamado sector terciario agrupaba todos los servicios, pero posteriormente, y con el auge de las finanzas, se comenzó a distinguir el sector cuaternario. Ahora, José Ramón Lasuén, catedrático emérito de Teoría Económica de la Universidad Autónoma de Madrid, y Ezequiel Baró, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona, han explicado las características del sector quinario, que tiene como principal activo la creatividad y cuyo crecimiento no se basa en la acumulación de capital físico, sino en el fomento del capital humano. En los últimos años, este conjunto de actividades es el que ha generado mayor empleo bien remunerado y uno de los que ha favorecido que puedan surgir empresas manufactureras de alta tecnología.

De 1991 a 2001, el número de empleados en el sector quinario aumentó en Cataluña en 205.559 personas, cerca del 66%, según refleja un estudio realizado por ambos economistas.

La tesis en la que trabaja el Plan Estratégico Metropolitano, y la que defiende Lasuén para hacer frente con éxito a los futuros retos económicos de la ciudad, consiste en superar la tradición manufacturera de Barcelona y apostar por la investigación, el desarrollo y la creatividad. Como explicó el catedrático, en esa evolución, el sector quinario tendrá que absorber a los más de 200.000 desempleados que generará la desindustrialización y la ciudad dejará de ser un lugar de producción para convertirse en un lugar de consumo en el que se ofrecerán servicios.

Lasuén, encargado de pronunciar la conferencia inaugural de las jornadas, explicó que las actividades llamadas de conocimiento se concentran mayoritariamente en torno a los núcleos urbanos. En su opinión, Barcelona, además de con un pasado manufacturero, cuenta con una estructura y una localización ideal para desarrollar el sector quinario.

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