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Barcelona resucita el sueño olímpico: optará a unos Juegos de Invierno

Hereu lanza la candidatura para 2022 como revulsivo cara a las elecciones

"Barcelona quiere revivir el sueño olímpico". La frase sirvió al alcalde de la ciudad, Jordi Hereu, para explicar por qué ha decidido presentar la candidatura a organizar los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022. A medias con los Pirineos catalanes, claro está. Las consultas efectuadas con especialistas en deportes de invierno avalan la propuesta, sostuvo Hereu, como la avalan también las infraestructuras, la capacidad hotelera, el prestigio internacional de Barcelona, su experiencia organizativa y, sobre todo, "la ilusión colectiva" de los barceloneses.

La propuesta de Hereu se presentó el mismo día que su principal rival a la alcaldía, el convergente Xavier Trias, hacía pública una encuesta que le da como vencedor en las urnas dentro de "500 días", tiempo que falta para las elecciones municipales. La encuesta encargada por CiU muestra la misma tendencia que las hechas por el propio Consistorio: los nacionalistas mejoran y los socialistas empeoran. No porque CiU gane adeptos, sino porque el desánimo cunde en las filas socialistas y los votantes del PSC indican repetidamente la voluntad de abstenerse. De modo que CiU, con los mismos votos, acaba por adelantar a los socialistas.

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Trias no dudó un instante sobre su actitud respecto a la candidatura olímpica: "La apoyamos porque es buena para la ciudad y genera ilusión", dijo, y de inmediato añadió: "no es el primer problema de los barceloneses" y que él se centrará en "promover la salida de la crisis económica y evitar que ésta genere una crisis social". En su opinión, la candidatura responde a la "desesperación electoral de Hereu".

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El entorno del alcalde sostuvo ayer que no hay relación alguna entre la desafección de los votantes socialistas y el anuncio de la candidatura a los Juegos. "Barcelona está trabajando en su futuro; a diferencia de en otras ocasiones, ahora no necesita un gran acontecimiento para mejorar", sostuvo el propio alcalde para señalar que, si la ciudad es sede olímpica, los participantes podrán llegar en tren de alta velocidad a una estación, la de Sagrera, ya en marcha.

"La ciudad mira constantemente al deporte, nos gusta", dijo Hereu, para recordar que el pasado año el Tour pasó por Barcelona, que fue también sede de la final de la Copa Davis, mientras que en 2010 acogerá el Campeonato Europeo de Atletismo.

Si las mejoras urbanas y metropolitanas fueron la herencia de 1992, la de 2022 alcanzará a toda Cataluña, defendió Hereu, e incluso a "la Eurorregión del Sur de Europa".

Hereu contó con la presencia en el acto de Ricard Gomà, líder municipal de ICV-EUiA, el socio en el gobierno de la ciudad. No obstante, los ecosocialistas se apresuraron a declarar que su prioridad no son los Juegos, sino "la lucha contra la crisis", dijo Gomà, quien se refirió al olimpismo como "patrimonio emocional de los barceloneses".Playa y montaña. Los Juegos a los que aspira Barcelona establecerían una dicotomía sin precedentes. Sería la primera ciudad que organizara unos Juegos de Verano, los de 1992, y unos de invierno, salvo que se adelante Múnich, que organizó los de 1972 y se postula como sede para el invierno de 2018. Esto es posible gracias a la nueva tendencia auspiciada por el Comité Olímpico Internacional (COI). Ansioso por obtener una mayor repercusión y al amparo de la mejora de las comunicaciones, el COI favoreció la celebración de los Juegos de Invierno en Turín en 2006, con los Alpes a más de 100 kilómetros. En la edición de 2010, que empieza el 12 de febrero en Vancouver, no ha puesto inconveniente en que las pistas para la modalidad reina del torneo, el esquí alpino, estén también a más de 100 kilómetros del centro de la ciudad. Lo mismo ocurre en Múnich.

Barcelona seguirá el modelo de Turín: dos villas olímpicas. Los deportes de hielo como el patinaje, el hockey hielo y el curling, se celebrarán en cuatro instalaciones de la ciudad, entre las que ya se cuenta con el estadio olímpico y el Palau Sant Jordi. Las pruebas de nieve, en los Pirineos. Las pistas de esquí más importantes y cercanas son las de La Molina y Masella, a hora y media en coche. Allí se han organizado ya varias pruebas internacionales, la última, la Copa del Mundo de esquí alpino femenino a finales de 2008, y en 2011 acogerán la Copa del Mundo de snowboard. Sin embargo, la nieve no está asegurada, ni siquiera en pleno invierno, de ahí que fueran de las primeras en instalar cañones de nieve artificial. Cataluña cuenta con 10 estaciones de esquí alpino y siete de esquí nórdico. "Barcelona y el Pirineo catalán tienen capacidad organizativa demostrada y la posibilidad de asegurar la cantidad y calidad de nieve óptima para eventos deportivos de alto nivel", afirma Ramon Carreras, presidente de la Federación Catalana de Deportes de Invierno.Alejandro Blanco, presidente del COE, indicó: "Mi primera impresión es positiva. Es para sentirse orgulloso. La de Zaragoza-Pirineos también es una gran candidatura. No es problema que haya dos candidaturas españolas y esto no influirá en nada en la de Madrid para 2020".

La postulación de dos ciudades españolas a unos mismos juegos ya se ha producido en dos ocasiones. En 2002, el COE eligió a Jaca, en detrimento de Granada, como candidata a los Juegos de Invierno de 2010. En 2003, el COE eligió a Madrid como candidata española para los Juegos de Verano de 2016 y descartó a Sevilla.

Los Juegos de Invierno de 2022 durarán 16 días, durante los cuales unos 2.500 deportistas competirán en 7 modalidades y 15 disciplinas. El alcalde explicó que se estima que los Juegos multipliquen por cuatro o cinco la inversión. El presupuesto operativo de Vancouver asciende a 1,1 billones de euros y los costes de construcción de los pabellones e instalaciones deportivas, a 388 millones.

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