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Barenblit dimite

Por la mañana, Ferran Barenblit no acudió a la presentación de la nueva línea del centro que aún dirige. Por la tarde anunció su dimisión. Tresserras había indicado que el equipo y el actual presupuesto del CASM (750.000 euros) se mantendrían, pero en otra ubicación aún por determinar, vista la negativa de Barenblit a incorporarse al proyecto de Altaió "por incompatibilidad". "Pidió 1.000 metros cuadrados para continuar su programa y ya estamos en conversaciones con el Ayuntamiento para proporcionárselos. De esta forma no sólo no cerramos el Santa Mónica, sino que tendremos dos centros. No queremos dejar víctimas en el camino. El programa de Barenblit era interesante, pero el centro no tenía el rendimiento social exigible", aseguró el consejero.

Sin embargo, tras enterrarse de que aún no se conoce el emplazamiento definitivo del espacio que deberá dirigir, Barenblit decidió dimitir. "Lo hago en el momento adecuado después de recibir el compromiso de que se va a poner en marcha un proyecto de centro de arte kunsthalle, que siga haciendo el trabajo que desarrolla el Santa Mónica. Tengo la convicción de que mi salida es la mejor garantía de que este proceso pueda llevarse a cabo; siempre dije que los directores deben tener fecha de caducidad", explicó Barenblit, que fue nombrado en junio de 2002. "El CASM colaboró con numerosas entidades y artistas locales e impulsó el arte catalán en el extranjero", añadió Barenblit, cuya programación fue criticada por ser excesivamente minoritaria.

Por el momento, Tresserras ha rechazado las dimisiones telefónicas de Barenblit, y le ha pedido que reflexione y que en todo caso las presente el lunes por escrito.

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